Sexo tántrico

Qué es tantra

El tantra es una disciplina milenaria que en sánscrito significa expansión a través de la conciencia.

En realidad es una técnica espiritual y una filosofía de vida con más de 4.000 años de antigüedad que utiliza la energía sexual para conseguir una conexión con uno mismo. El tantra recoge prácticas muy específicas como el uso de la respiración, los sonidos, movimientos y símbolos para callar la mente y activar la energía sexual.

Qué es el sexo tántrico

El sexo tántrico consiste en la aplicación de las técnicas del tantra en la unión sexual. La clave del tantra es la energía sexual que fluye desde el centro del cuerpo a los órganos genitales y recorre todo el organismo.

Asimismo, el sexo tántrico incluye la realización de varios ejercicios de meditación y yoga para aprender a hacer fluir la energía dentro del cuerpo y hacia la pareja. El tantra pretende lograr un balance entre la energía masculina y femenina, es decir, procura la unión energética en la pareja para alcanzar estados superiores.

Esta práctica de origen oriental no se focaliza en la eyaculación sino en el disfrute de cada momento de la relación sexual.

El sexo tántrico es bastante desconocido por lo que diferentes escuelas tántricas ayudan a descubrir las técnicas y a vivir experiencias con esta actividad oriental. Ahora bien, cada persona puede llevarlo a cabo de distinta forma, desde la más ortodoxa hasta la más occidentalizada.

Cuáles son las mejores posturas de sexo tántrico

El sexo tántrico es una danza. Hay que coordinarse, llegar a un equilibrio, dejarse llevar en algunos momentos y dirigir en otros, pero sobre todo escuchar una misma melodía y danzar al son de ella.

Durante una sesión de sexo tántrico, las caricias, los besos lentos, los susurros y las miradas ocupan un lugar central. Mientras que el sexo convencional se basa en los preliminares (el juego amoroso antes del coito) y la eyaculación, en el sexo tántrico la finalidad es sentir, pedir lo que deseas, adorar el cuerpo de tu pareja, escuchar y recibir placer.

El objetivo final del sexo tántrico es retrasar el máximo tiempo posible la llegada de la eyaculación masculina para que la mujer obtenga el mayor número de orgasmos posibles.

Excepto el abrazo tántrico, que consiste en que la mujer abrace al hombre con los brazos y las piernas sentada sobre las rodillas del hombre, no hay más posiciones. Durante el sexo tántrico no se imitan posturas establecidas sino que se siente, se estimula y se trata de llegar a un equilibrio con la otra persona. Tampoco suelen utilizarse juguetes eróticos ya que esta práctica privilegia el cuerpo a cuerpo de los amantes.

Cómo alcanzar el orgasmo mediante el sexo tántrico

Para el hombre la principal dificultad del sexo tántrico reside en no eyacular cuando tiene un orgasmo. Pero, ¿cómo lograrlo? Durante una relación sexual convencional, el hombre siente un orgasmo y simultáneamente eyacula, pero en el sexo tántrico no.

Para ello, los hombres no solo deben fortalecer la musculatura pubococígea que rodea la zona de la pelvis sino también practicar y descubrir su punto de no retorno mediante la masturbación, además de controlar la respiración. De esta forma se logra un orgasmo controlado por el propio hombre en lugar de una eyaculación espontánea para prolongar el acto sexual.

No obstante, se recomienda practicar el sexo tántrico con precaución, puesto que realizarlo sin ningún control puede producir un trastorno de eyaculación retardada o incluso pérdida del apetito sexual.

Cómo practicar sexo tántrico

Se aconseja practicar el sexo tántrico en el suelo, encima de una manta o un pañuelo grande porque en la cama es imposible realizar determinados movimientos.

Además, el sexo tántrico se basa en cuatro claves indispensables para conseguir una vida feliz y que son vitales para practicar este tipo de sexo.

La primera clave se basa en vivir el momento presente. La persona tiene tener los cinco sentidos en la relación sexual y no pensar en otras cosas.

La segunda es tratar de aceptarse uno mismo y a los demás. Si no te aceptas como eres y estás pensando en que no te has depilado o se te nota la celulitis será difícil lograr una relación plena. Igual de importante es aceptar el cuerpo de la otra persona. En el tantra se adora cada poro de la piel de la persona con la que estás ya sea el amor de tu vida o una relación de una noche.

Durante el sexo tántrico el movimiento debe ser armónico y fluido con la pareja, como una danza. En un ritual ortodoxo de sexo tántrico se prepara la atmósfera, la luz, los olores, incluso la comida, es lo que se conoce con el nombre de Maithuna.

Por último, la cuarta clave reside en expresar lo que sientes y piensas, decir lo que te gusta o no y pedir algo si quieres recibirlo, ya que si no lo pides, puede que te lo hagan pero también puede que nunca lo sientas. La relación sexual es un acto de comunicación íntimo y no hay mayor afrodisíaco que tu pareja muestre que algo le gusta y le produce placer. Se puede expresar con la palabra, con los gemidos y con el cuerpo. Es importante cerrar los ojos y dejarse llevar, adorar el cuerpo del amante, respirar, sentir y olvidar el tiempo.

Cuáles son los beneficios del sexo tántrico

Cuando se habla del tantra referido a la sexualidad, la gente lo asocia inmediatamente con técnicas mentales y corporales dirigidas a retardar la eyaculación y prolongar así la duración del encuentro sexual.

Sin embargo, el tantrismo es mucho más que eso, es toda una filosofía que comprende muchas otras áreas de la vida. El tantra expande las posibilidades de amar, ayuda a recuperar la salud (las técnicas de respiración hacen que llegue más oxígeno a tu cuerpo, así como los ejercicios y las posturas fortalecen los músculos).

El sexo tantrico también hace que las personas se sientan más jóvenes, vigorosas y felices, además de mejorar la autoestima de las mujeres y de los hombres.

Del mismo modo este tipo de sexo ayuda a conseguir una satisfacción real durante la relaciones y cuando el sexo finaliza es posible sentir el interior de tu pareja más allá del cuerpo ya que cuando se produce este tipo de unión, tanto el cuerpo como la mente son alimentados.

Las personas que practican sexo tántrico experimentan un alivio de la ansiedad y la depresión ya que llena los canales de energía nueva y pura. El sexo adquiere una dimensión más rica y se convierte en un acto más emocional que físico, Además, prolonga el placer, sana las heridas del pasado (puede ayudar a sanar experiencias traumáticas, sobre todo casos de abuso sexual y maltrato físico), refuerza la conexión con los otros y enriquece la relación de pareja.

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