La melatonina es una hormona producida a partir de un aminoácido, el triptófano, por la glándula pineal, ubicada en el cerebro, en la retina y en otros tejidos del organismo.
La melatonina se encarga de ajustar el reloj biológico del organismo y los ciclos de sueño y vigilia.
La producción de esta hormona depende principalmente de los ciclos de luz. Cuanta menos luz hay, más melatonina se fabrica, es decir, la producción de melatonina se estimula por la oscuridad y se inhibe por la luz, por lo que esta hormona tiene mucho que ver con nuestro ritmo circadiano y las funciones de nuestro cuerpo durante el día y la noche.
La melatonina ayuda al cuerpo a mantener su ritmo natural. Por este motivo, está indicada para aliviar los síntomas del jet-lag o facilitar el sueño a las personas que padecen insomnio, tienen cambios de horario laboral o trabajan por la noche de forma constante y prolongada en el tiempo.
Así, el consumo de fármacos que contienen melatonina en el momento necesario ayuda a recuperar con mayor rapidez el ritmo sueño-vigilia.
Sin embargo, siempre es preferible solucionar estos trastornos con métodos alternativos como un cambio de estilo de vida, la práctica de ejercicio físico moderado o incluso el uso de productos naturales que tienen dosis baja de melatonina.
El organismo sintetiza mayor cantidad de melatonina en edades más tempranas pero con el paso de los años disminuye su producción. Con el tiempo y el paso de los años la producción natural de melatonina se reduce a causa del estrés, el envejecimiento, la mala alimentación, la poca actividad física y la exposición a demasiada luz artificial, especialmente por la noche. Cuando disminuye aparecen trastornos del sueño, principalmente.
La melatonina también está presente en algunos alimentos de origen animal como los productos lácteos (yogur, queso y derivados), la carne de ave (pavo, pollo) pobres en calorías y grasas. También se encuentra en algunas algas y en la raíz de jengibre.
Asimismo, algunos productos de origen vegetal son ricos en melatonina y otros nutrientes esenciales para el desarrollo del ser humano, por ejemplo, los frutos secos como las nueces.
Frutas como los plátanos, cerezas, manzanas, maíz o avena contienen melatonina y algunas verduras como el tomate, que además es una fuente rica de antioxidantes.
La melatonina tiene como función principal ayudar al cuerpo a mantener su ritmo natural pero también es beneficiosa para la salud si se consume como suplemento, ya sea porque se está sufriendo una enfermedad o porque ha disminuido su síntesis con la edad.
Estudios clínicos de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, han demostrado que las mujeres con bajos niveles de melatonina tienen mayor riesgo de padecer cáncer de mama. Aunque también se observó que las mujeres que consumían suplementos de melatonina como complemento a la quimioterapia tenían una mejor respuesta frente a este tipo de cáncer.
Uno de los mayores usos de la melatonina es el del tratamiento del insomnio, especialmente en las personas que trabajan por la noche o que viajan constantemente. Según estudios de la Universidad de Maryland, la melatonina mejora la calidad del sueño y la capacidad de dormir y es efectiva para el tratamiento del insomnio si se toma durante un corto período de tiempo.
Asimismo, la melatonina es un potente antioxidante y estimula el sistema inmunológico, aliviar el insomnio vinculado a la menopausia y promueve el sueño en niños con déficit de atención e hiperactividad.
Por último, esta hormona reduce los síntomas asociados a trastornos digestivos tales como el síndrome del intestino irritable.
Según diversos estudios, dosis de hasta 800 mg al día son tolerables, aunque dosis más pequeñas pueden ser válidas para tratar al paciente. En definitiva, las dosis de melatonina deben ajustarse al momento y fase del día.
Hay que vigilar la composición del fármaco para evitar posible incompatibilidad con funciones hepáticas, renales y otros efectos indeseados como una sobredosis.
Convienen no olvidar que estas pastillas deben consumirse bajo la supervisión de un médico que conozca la causa de los trastornos de sueño y el tipo de medicación recomendada para ese caso.
Los efectos secundarios mas frecuentes son la somnolencia durante el día, mareos, hipotermia (disminución de la temperatura corporal), lentitud en el tiempo de respuesta, dolor de cabeza, diarreas, síntomas de depresión, calambres estomacales e irritabilidad.
Además no es recomendable el manejo o uso de maquinarias cuatro o cinco horas después de tomarla.
También se debe consultar a un médico antes de tomar suplementos de melatonina en caso de embarazo o durante el periodo de lactancia.
Se recomienda consultar a un médico antes de tomar melatonina si se está tomando antidepresivos o medicación con esteroides y si se padece alergias o enfermedades autoinmunes.
No se debe tomar melatonina cuando se desea lograr un embarazo puesto que puede interferir con la ovulación y lograr el efecto contrario.
Los bebés y los niños no pueden tomar suplementos de melatonina a causa de los efectos sobre otras hormonas. En efecto, la melatonina podría interferir en el desarrollo durante la adolescencia y, sobre todo, no es recomendable que la tomen los niños.
La melatonina está contraindicada en personas con trastornos hemorrágicos o que padecen hipertensión arterial (particularmente si toman medicamentos para controlar la controlar la HTA).
Si padeces diabetes, la melatonina puede aumentar el nivel de azúcar en sangre, por lo que deberás hacerte controles de azúcar cada vez que la tomes.
La melatonina esta desaconsejada en caso de depresión ya que puede empeorar los síntomas, al igual que en caso de padecer convulsiones.
Por último, la melatonina pude aumentar la función inmunitaria de modo que puede llegar a interferir con la terapia inmunosupresora que se esté aplicando a personas que hayan recibido un transplante.
Si has decidido comenzar a tomar melatonina, consulta en primer lugar a un médico o profesional de la salud para que te pueda asignar la dosis recomendada
La melatonina de 3 mg está presente en el mercado en forma de frascos de 60 comprimidos.
La dosis diaria de melatonina dependerá de la indicación del médico- No obstante la dosis habitual es de uno a dos comprimidos, una hora antes de dormir.
La melatonina se absorbe rápidamente después de la administración oral, alcanzando niveles plasmáticos máximos a los 30 minutos. Se distribuye en la mayor parte de los tejidos encontrándose las más altas concentraciones en los ovarios, en las glándulas pineales y en la saliva.
Se recomienda empezar con una dosis baja –0,5 miligramos– para tratar el insomnio y el jet lag y seguir con dosis más altas en otros casos.
Se comercializa en dos presentaciones, la caja de 40 tabletas ranuradas de 3 mg y la caja con 20 tabletas ranuradas de 5 mg.
Foto: © Phovoir - Shutterstock.com