Aproximadamente un 70% de las mujeres ha tenido dolor en los senos en algún momento de su vida. El dolor puede aparecer en uno o en los dos senos o, incluso, en la zona axilar. La intensidad del dolor puede ser variable.
Aproximadamente un 15% de las mujeres que tiene dolor en los senos deben estar bajo tratamiento. Cuando el dolor es intenso, no siempre está en relación con el cáncer. Sin embargo, cualquier molestia persistente en los senos debe ser consultada con el médico
¿Qué puede provocar dolor en los senos? Existen dos tipos fundamentales de dolor en los senos: los dolores de tipo cíclico y los de tipo no-cíclico
Los de tipo cíclico están relacionados con los cambios mensuales en los niveles hormonales de estrógenos y progesterona de la mujer. Suele aparecer incluso en los días de la ovulación y se prolonga hasta la menstruación.
Durante cada ciclo menstrual los senos suelen hincharse porque la estimulación hormonal provoca que las glándulas mamarias y los ductos aumenten de tamaño ,y por lo tanto, los senos retienen agua. Por esta razón sentimos los senos más llenos, lo que puede ocasionar dolor y sensibilidad, sobre todo días previos a la menstruación. Estas molestias pueden ser de leves a intensas, incluso pueden provocar no tolerar ningún contacto por la sensibilidad de los senos. Suelen desaparecer al acabarse la menstruación. La edad promedio de las mujeres que experimentan dolor cíclico en los senos es de 34 años. Esta situación suele prolongarse varios años y generalmente acaba con la aparición de la menopausia.
Los de tipo no-cíclico son menos frecuentes y no tiene relación con el ciclo menstrual. Los dolores suelen localizarse en zonas más específicas de los senos y son más constantes en el tiempo. Son más propensas a sufrir este tipo de dolores las mujeres que han sufrido algún traumatismo o alguna herida en los senos así como las que utilizan sostenes muy apretados. Generalmente el dolor de tipo no-cíclico de los senos no está en relación con el cáncer aunque siempre que persistan se recomienda consultar con su médico.
Algunas sugerencias que pueden ayudar son las siguientes:
En algunos casos puede ser necesario un tratamiento con hormonas suplementarias o con bloqueadores de hormonas. En estos casos se pueden prescribir:
Las hormonas suplementarias y los bloqueadores de las hormonas pueden tener efectos secundarios. Además, los riesgos y los beneficios de dicho tratamiento, deben ser bien valorados por su ginecólogo.
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