Viajar en avión puede representar un verdadero problema para las personas alérgicas o asmáticas.
Las personas que presentan una rinitis alérgica deben tomar algunas medidas de precaución para el viaje en avión. El aire acondicionado de los aeropuertos y de los aviones puede agravar la rinitis.
Cúbrase o abríguese bien durante el viaje. Tome un comprimido de antihistamínico y 2 pulverizaciones de corticoide nasal. Es necesario que lleve comprimidos de corticoides para calmar cualquier reacción alérgica repentina. Consulte con su médico.
El estrés provocado por el viaje en avión puede provocar una crisis de asma. Es recomendable que lleve un broncodilatador para poder afrontar una posible crisis de asma en el avión. También es recomendable que lleve comprimidos de corticoides. Estos medicamentos deben ser utilizados en casos de crisis graves.
Las personas que presentan una crisis de asma antes de su partida no deben tomar el avión.
Las personas que presentan una alergia alimentaria deben consultar con un alergólogo antes del viaje. Es recomendable no comer durante los viajes que no son muy largos.
En caso de viajes largos, es recomendable llevar una provisión de alimentos ya que muchas veces el servicio en el avión no cuenta con platos especiales para personas alérgicas.
Es recomendable no comer maní, pistacho o almendras durante el viaje. Por lo general, estos alimentos provocan reacciones alérgicas. Lleve comprimidos de antihistamínicos y de corticoides, un broncodilatador y una jeringuilla de adrenalina autoinyectable.
Es importante que las personas alérgicas muestren una receta médica que indique los medicamentos que deben llevar durante el viaje. La mayoría de las compañías permiten que los pasajeros suban al avión con medicamentos sólo si cuentan con una receta médica.
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