Las infecciones de las vías urinarias producen un fuerte olor en los genitales del hombre. Las bacterias de la orina que queda alojada en el prepucio y en el vello genital son las responsables del mal olor. Aunque el mal olor aparece tanto en hombres circuncidados como no circuncidados, suele darse con más frecuencia en hombres cuyo prepucio está intacto, especialmente si es grande.
Asimismo, las infecciones por hongos, además de picazón y ardor producen mal olor. La calidez y humedad que se crea debajo de la piel del prepucio es el ambiente ideal para la proliferación de hongos. Suelen aparecer como resultado de una mala higiene o cuando no se seca correctamente esta zona. Los hongos son más frecuentes en los hombres no circuncidados y suelen producir enrojecimiento e hinchazón del glande y el prepucio, una dolencia denominada balanitis.
En ocasiones, el hombre experimenta dolor al orinar cuando la infección afecta al meato urinario, una abertura localizada en la punta del pene.
El contacto con una pareja sexual que padezca vaginosis bacteriana, infección micótica o parasitaria también causa mal olor en los genitales masculinos. En efecto, el olor a pescado de la vagina femenina procede de una infección por bacterias u hongos y estos microorganismos se transmiten al pene durante la relación sexual. Por este motivo, si la mujer tiene secreciones vaginales deberá consultar a un médico para que ambos reciban tratamiento. Otra posible causa es la tricomoniasis, una enfermedad de transmisión sexual muy frecuente provocada por el parásito Trichomonas vaginalis. Los síntomas son muy variables y muchas personas ignoran que están infectadas por este parásito.
Por último, una secreción blanquecina o amarillenta denominada el esmegma provoca un fuerte y desagradable olor similar al del queso. El esmegma, además de mal olor, causa irritación e inflamación del glande (balanitis), del prepucio (postitis) o de ambos, por falta de higiene. El correcto lavado y secado de los genitales elimina fácilmente el esmegma.
La dieta alimenticia influye en el olor corporal. Una dieta demasiado rica en carne y lácteos puede provocar mal olor corporal, tanto en hombres como en mujeres.
Por otra parte, si no bebes suficiente agua, tu cuerpo no será capaz de liberar las toxinas, por lo que serán secretadas a través del sudor, lo cual causa mal olor en la zona genital.
El vello púbico también puede contribuir al mal olor del pene porque atrapa el sudor, la orina o el semen, de modo que favorece la proliferación de bacterias que causan mal olor.
Las bacterias son las responsables del fuerte olor que desprenden los genitales masculinos en algunas ocasiones. En efecto, al cabo del tiempo las células de la piel del prepucio mueren y se acumulan debajo de éste. Estas células muertas, junto con la humedad del sudor, los restos de orina y el ambiente cerrado del área se convierten en un buen alimento para las bacterias que, al descomponerse, producen un desagradable olor parecido al pescado o al marisco.
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) provocan mal olor en la zona del glande. Las más comunes son: las vaginosis bacterianas, la gonorrea, el linfogranuloma venéreo, el granuloma inguinal (o enfermedad de Donovan) y la tricomoniasis.
La primera medida consiste en lavar el pene de forma correcta para prevenir tanto la aparición de mal olor como la acumulación de sustancias en los genitales masculinos. Para ello, es necesario retraer el prepucio y lavar la zona suavemente con agua tibia durante el baño o la ducha. Sin embargo, no se aconseja el uso de jabón porque modifican el pH de esta zona y favorece la aparición de infecciones por bacterias u hongos. El jabón también reseca el surco balanoprepucial, el glande y el prepucio.
A continuación, seca bien la zona con el fin de disminuir el grado de humedad debajo del prepucio y aplica una crema hidratante natural con vitaminas A, C y D y L-arginina para que la piel del pene mantenga su sensibilidad y elasticidad
Por último, usa ropa interior de algodón y come yogur todos los días si eres propenso a las infecciones por hongos.
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