La semana 28 de embarazo da inicio al tercer y último trimestre, la recta final del embarazo.
Uno de los métodos de cálculo del embarazo toma como referencia la fecha estimada de concepción. Es decir, el día en el que se debería ovular durante el mes en el que la mujer se queda embarazada.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, no se toma como referencia la fecha de la ovulación porque es muy difícil calcular el día en el que se produjo la ovulación y, por tanto, la concepción. Por eso, la fecha de partida suele ser la del primer día del último período menstrual. De hecho, casi todos los médicos y parteras emplean este método.
Según este método de cálculo, tu embarazo debería durar nueve meses lunares y siete días o 40 semanas, al final de las cuales se produce el parto.
Si tomas como fecha de inicio del embarazo, la fecha estimada de concepción, o la fecha de ovulación, el parto se producirá dos semanas después.
La actividad fetal es más intensa y más frecuente a partir de la semana 28 de embarazo.
El útero ha alcanzado aproximadamente 28 centímetros, desde la parte superior del hueso púbico, unos ocho centímetros por encima del ombligo.
El sistema nervioso central del feto se sigue desarrollando y el peso del cerebro también aumenta. Se establecen patrones de sueño y actividad, que indican el desarrollo de su actividad cerebral. Adquiere el control de la temperatura corporal y su sistema de termorregulación madura. Con respecto a los órganos de los sentidos, el ojo ya está completamente desarrollado y en el oído, la membrana del tímpano aumenta de tamaño.
En el sistema respiratorio aumenta la producción de surfactante. Ya es posible el intercambio gaseoso. Si el bebé es niño, los testículos descienden al escroto por el conducto inguinal y éste se cierra. Empieza a tener grasa bajo la piel, lo que le va dando un aspecto redondeado y rollizo.
Hasta ahora, el bazo producía glóbulos rojos pero a partir de la semana 28, esta función es asumida por la médula ósea. En cuanto al aparato digestivo, el estómago y el intestino desarrollan progresivamente más actividades. El bebé puede tener hipo.
El riñón, las secreciones broncopulmonares, la piel y las secreciones digestivas del bebé contribuyen a la formación de líquido amniótico que aísla al bebé del exterior y le protege de posibles golpes. También aporta una temperatura constante y sirve como vehículo de movimientos, fundamental para el desarrollo de la musculatura. Un adecuado volumen de líquido amniótico es imprescindible para el correcto desarrollo y crecimiento fetal.
En la semana 28 de embarazo, el bebé pesa entre 1.100 y 1.200 g, aproximadamente y la longitud total es de 35-37 cm.
Los síntomas más frecuentes son el edema benigno y la ciática. La hinchazón de pies y tobillos se debe a una acumulación excesiva de líquido en los tejidos. Puesto que el 75 % de las mujeres experimenta esta hinchazón en algún momento del embarazo, recuerda mantenerte bien hidratada y practicar algún ejercicio, como caminar, para mejorar la circulación.
En cambio, el dolor que provoca la ciática se alivia guardando reposo y con la aplicación de calor, así como la práctica de natación o algún otro deporte.
Se aconseja a las mujeres embarazadas seguir tomando los suplementos vitamínicos: calcio para el desarrollo óseo y omega-3 para el crecimiento cerebral.
A estas alturas del embarazo, el estómago no acepta demasiada comida por lo que las raciones deberán ser más pequeñas, sobre todo antes de ir a dormir. Ahora bien, la alimentación debe ser equilibrada, saludable y completa.
El bebé sigue aumentando de peso y la fatiga empieza a ser más evidente, de modo que no debes descuidar el ejercicio físico y el descanso.
Las pataditas del bebé son tan fuertes que la madre las siente y puede percibirlas desde el exterior porque causan abultamientos y movimientos de la panza.
El movimiento del bebé en tu interior será más evidente cuando estés tranquila sentada en la cama o a punto de dormirte. Los bebés parecen aprovechar los periodos de actividad de la madre para dormir y los momentos de tranquilidad para moverse.
Aprovecha estos momentos de relax para hablarle y ponerle música, pues hay estudios que demuestran que los fetos son capaces de identificar la voz de su mamá y la música que han escuchado durante su desarrollo dentro del útero.
La semana 28 marca el inicio del séptimo mes de embarazo. En la revisión médica de este mes se controla el peso y la presión sanguínea de la madre, la altura del fondo del útero, el latido cardiaco del feto, su posición, su tamaño y cualquier síntoma que la madre tenga.
Además, la madre deber someterse a un análisis de orina para detectar azúcar y albúmina, una prueba de glucosa si no la ha realizado antes y un análisis de sangre para identificar una posible anemia.
No obstante, puede haber variaciones en función de las necesidades de la madre y de los protocolos que siga el médico o el hospital.
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