Una sola donación de sangre puede salvar tres vidas. El papel de los donadores voluntarios de sangre es imprescindible. A continuación enlistamos los requisitos para donar sangre.
Pueden donar sangre las personas tengan entre 18 y 65 años de edad, venas visibles y gruesas, un peso superior a los 50 kg y gocen de buena salud. Se realiza una examinación médica para valorar el estado de salud y corroborar si puedes donar.
Otros requisitos son el ayuno de 8 horas (puede variar), evitar el consumo de grasas y lácteos 24 horas antes; haber dormido más de 6 horas; y usar ropa cómoda (no ajustada), manga corta para mayor comodidad y calzado bajo. Además de la credencial o datos de identificación que te soliciten en el centro de salud.
También se toman los signos vitales, como la presión arterial, la temperatura, el peso, la talla y se valoran las venas. Además, se hace una punción en el dedo para conocer si hay anemia, grasa o azúcar alta en la sangre.
Por otra parte, si estás menstruando, depende de la prueba de laboratorio y la valoración del personal médico.
No haber ingerido algún antibiótico en la última semana u otro tipo de medicamento como la aspirina en los últimos 5 días. Avisa al personal médico para conocer las excepciones.
No presentar alguna enfermedad infecciosa, por ejemplo, gripa, lesiones en la piel o diarrea.
Durante el embarazo no se puede donar sangre. Se puede volver a donar 6 meses después del parto. Tampoco se puede donar durante la lactancia.
No haber tomado bebidas alcohólicas por lo menos en las últimas 48 horas.
No haber recibido vacunas contra el tétanos, influenza, sarampión y rubéola en el último mes, o contra la hepatitis B y la rabia en el último año.
Si te has hecho algún tatuaje, perforación o acupuntura, debes esperar un año.
Si la persona es diabética o hipertensa y está recibiendo tratamiento, depende de la valoración médica.
En última instancia, es el personal médico quien decide si la donación es posible. Por ejemplo, se valora la vena y si no tiene las condiciones adecuadas el día de la donación, no se puede proceder.
No pueden donar los enfermos de hepatitis B o C, SIDA, sífilis y los portadores de cualquier enfermedad que se transmita por vía sanguínea. Tampoco pueden donar las personas que convivan en el mismo domicilio con enfermos de hepatitis B o C (por riesgo de contagio); los pacientes epilépticos o quienes padezcan alguna enfermedad grave.
Es raro que se presenten efectos secundarios, pero si experimentas alguno de los siguientes, avisa inmediatamente al personal médico: mareo, sensación de frío, nausea, hormigueo en los labios o la nariz.
La recuperación es gradual y no afecta las actividades diarias. Descansa entre 10 y 30 minutos inmediatamente después de la donación. Notifica al personal médico si sientes alguna molestia.
Durante las dos primeras horas, trata de no agitarte, guarda reposo e ingiere un desayuno suficiente. Bebe abundante líquido durante las siguientes 48 horas.
No realices ejercicio ni levantes objetos pesados las siguientes 36 horas.
No fumes ni tomes alcohol durante 24 horas.
Aproximadamente, se extraen entre 405 ml a 450 ml de sangre. Este porcentaje no interfiere con el funcionamiento normal del organismo.
Cada dos meses, puedes donar sangre; cada 6 meses, glóbulos rojos; cada dos semanas, plaquetas.
También se puede realizar donación de plaquetas y glóbulos rojos. En este caso, se lleva a cabo a través de una máquina, pero con bolsas y tubos de un solo uso. La persona donadora se conecta gracias a una punción en la vena. Una vez que la sangre llega al equipo, este separa los glóbulos rojos y las plaquetas; la sangre restante regresa a la persona. El procedimiento de donación de plaquetas dura en promedio 120 minutos, mientras que el de glóbulos rojos, 30 minutos.
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