La espondilitis puede evolucionar hacia una anquilosis, provocada por la osificación de los ligamentos y las articulaciones que rodean a las vértebras de la columna vertebral.
Los síntomas suelen aparecer de forma gradual. El paciente presenta una disminución de la flexibilidad de la columna vertebral, lo cual provoca una actitud viciosa (postura incorrecta). Son frecuentes la rigidez al realizar diversos movimientos y una disminución de la curvatura de la zona lumbar. Con el tiempo, el paciente manifiesta una tendencia a inclinarse hacia delante.
Es posible observar un debilitamiento de los huesos. En ciertas ocasiones, esta debilitación ósea puede provocar la fractura de las vértebras.
Posteriormente, el paciente presenta una anquilosis de las articulaciones sacroilíacas. Al mismo tiempo, aparecen formaciones óseas entre las dos vertientes de la articulación.
También es posible observar lesiones en los cartílagos. Estas lesiones se deben a la inflamación o a las posturas incorrectas. Un ejemplo de estas lesiones es la retracción de los tendones a nivel de los dedos de la mano o de los pies.
Otra posible complicación es la aparición de un dolor a nivel de las entesis (zona de inserción de los ligamentos y tendones en el hueso).
Es frecuente observar la aparición de una psoriasis.
Otro síntoma que puede presentarse es la uveítis (inflamación de la parte anterior del ojo). Constituye el principal síntoma oftálmico que presentan los pacientes con espondilitis anquilosante. La uveítis provoca dolor y fotofobia; el ojo se pone rojo y la visión se vuelve borrosa. La uveítis puede reaparecer y dejar varias cicatrices. Estas cicatrices perjudican la visión del paciente.
Las complicaciones gastrointestinales son bastante frecuentes en pacientes con espondilitis anquilosante. Estas se manifiestan con dolor y otros síntomas tales como los trastornos en el tránsito digestivo (diarrea y otros).
Consulte con un médico ante la aparición de manifestaciones intestinales.
Aunque no ocurre con frecuencia, el paciente con espondilitis anquilosante también puede presentar complicaciones cardíacas que incluyen trastornos del ritmo cardíaco y aparición de latidos irregulares, o una insuficiencia aórtica que, en determinados casos, puede provocar una insuficiencia cardíaca.
Los pacientes con espondilitis anquilosante deben someterse a un electrocardiograma..
Una anquilosis muy severa de la región torácica puede ser causante de molestias respiratorias graves.
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