El dolor en el talón es en el lenguaje común lo que en medicina se define como talalgia o espolón calcáneo. Este tipo de trastorno afecta a cualquier edad y es, a menudo, un síntoma de un microtraumatismo y, rara vez, de enfermedades inflamatorias crónicas .
El dolor en el talón (talalgia) es un tipo de dolor relacionado con la inflamación de la fascia plantar, la membrana fibrosa espesa que conecta el hueso del talón con las falanges de los pies. Dependiendo de la enfermedad subyacente o traumatismo, el dolor puede ser posterior (detrás del talón) o inferior (debajo del talón). También la inflamación del tendón de Aquiles puede causar una talalgia, la ruptura de este tendón; según algunos estudios, afecta entre 6 a 8 personas por cada 100.000 al año.
La talalgia postraumática corresponde microtraumatismos del hueso del talón, generalmente como consecuencia de actividades deportivas intensas o repetidas, como correr un maratón.
La enfermedad de Sever es una osteocondritis del pie que se produce en la niñez y la adolescencia, entre los 10 y 16 años de edad. Corresponde a una anomalía del crecimiento del hueso y cartílago.
La entesopatía es una tendinopatía inflamatoria (inflamación del talón) que afecta la entesis, el área del hueso donde se anclan los tendones, ligamentos y cápsulas articulares. Puede originar un traumatismo, la consecuencia de una enfermedad articular evolutiva del tipo de la poliartritis reumatoide o espondilitis anquilosante.
El dolor en el talón es uno de los síntomas de la espondilitis anquilosante, una inflamación de la columna vertebral. La enfermedad se explora en caso de síntomas dolorosos específicos en los talones, en la medida en que estos dolores pueden indicar el comienzo de la enfermedad, en particular, en el contexto siguiente: surgen los dolores en la mañana cuando se despierta (después del reposo), el dolor se activa por los primeros pasos; los dolores se alternan de un pie a otro; y la sensación de dolor disminuye durante el día.
El tratamiento para las talalgias de tipo traumático tiene como objetivo reducir, tanto como sea posible, la inflamación y disminuir, en consecuencia, los síntomas. Por lo general, el paciente afectado debe interrumpir las actividades físicas responsables, reeducarse con ejercicios de flexibilidad (estiramientos), fisioterapia, utilizar soportes para el arco, tomar antiinflamatorios tanto locales como sistémicos y, posiblemente, la infiltración local de corticosteroides (tratamiento sintomático). También se propone un tratamiento por ondas de choque. La mejora se produce después de varios meses de tratamiento.
Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de enfermedades que ven entre sus síntomas el dolor en el talón, se incluyen: una intensa actividad física (correr, salto de altura, salto de longitud, salto triple), sobrepeso (incluso en la mujer embarazada), obesidad, pies planos y zapatos no adecuados (zapatos de suela demasiado delgada o tacón demasiado alto).
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