En octubre de 2009, la Alta Autoridad de la Salud (Francia) publicó una lista de recomendaciones para el despistaje y la prevención de la rubeola y de la toxoplasmosis durante el embarazo.
El objetivo de estas recomendaciones es actualizar el protocolo médico utilizado durante los últimos años.
El despistaje de la toxoplasmosis y de la rubeola durante el embarazo tiene como objetivo evitar o disminuir el riesgo de malformaciones o de secuelas graves en el feto.
En algunos países, el despistaje de la toxoplasmosis y de la rubeola durante el embarazo es un procedimiento obligatorio.
Despistaje prenatal de la toxoplasmosis
¿Qué es la toxoplasmosis?
La toxoplasmosis es una infección ocasionada por el parásito llamado Toxoplasma gondii.
Riesgos durante el embarazo:
El riesgo de transmisión de la madre al feto aumenta durante los últimos meses de embarazo.
Durante los primeros meses de embarazo este riesgo es menor. Sin embargo, si la transmisión llega a ocurrir durante este período, las secuelas provocadas en el feto resultan mucho más graves.
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Los casos graves de toxoplasmosis congénita son cada vez menos frecuentes:
La frecuencia u ocurrencia de toxoplasmosis congénita ha disminuido:
En 2007, la toxoplasmosis congénita se presentó en el 0, 33% de cada 1 000 nacimientos.
En 2009, la toxoplasmosis congénita se presentó en el 0,29% de cada 1 000 nacimientos.
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Exámenes de despistaje
El médico debe ordenar un examen serológico en la primera consulta prenatal.
El objetivo de este examen es detectar la presencia de anticuerpos específicos: IgG y IgM.
Si el resultado de este examen es positivo, el médico ordenará otro análisis denominado Índice de Avidez IgG. Este examen permitirá calcular la fecha de inicio de la infección.
Tratamiento a seguir en caso de resultados positivos
Si los resultados del examen serológico de la madre son positivos (seroconversión), el médico ordenará la toma de una muestra de líquido amniótico.
Con esta muestra se realizarán los exámenes de biología molecular y de inoculación en ratón.
El objetivo de estos exámenes es:
Determinar si la madre ha transmitido la infección al niño.
Determinar la gravedad de las secuelas en la salud del niño.
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Asimismo, se recomienda recurrir a ecografías para detectar cualquier anomalía del feto.
Es posible iniciar un tratamiento para:
Reducir el riesgo de transmisión de la infección de la madre al feto.
Disminuir las repercusiones de la infección en la salud del niño.
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Recomendaciones
Realizar un examen de despistaje lo antes posible.
Difundir las medidas de precaución para una prevención primaria de la enfermedad.
Recurrir a un laboratorio especializado en caso de problemas en la interpretación de los resultados o en el cálculo de la fecha de inicio de la infección.
Evaluar de forma regular la eficacia del tratamiento prenatal.
Despistaje prenatal de la rubeola
Exámenes de despistaje
El examen utilizado para el despistaje de la rubeola durante el embarazo es el análisis de los anticuerpos IgG.
La infección fetal queda confirmada si se detecta una seroconversión materna que ocurrió antes de las 20 SA*
También es posible recurrir a las ecografías para detectar cualquier anomalía.
* SA = semanas de amenorrea.
Recomendaciones
Se recomienda:
Vacuna contra la rubeola:
En niños.
En mujeres con edad para procrear (antes de la concepción).
En mujeres, después del parto y antes de salir del servicio de maternidad.
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Un examen serológico:
Desde la primera consulta prenatal.
Durante la semana número 20 de amenorrea en mujeres embarazadas seronegativas.
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También se recomienda recurrir a un laboratorio especializado en caso de problemas en la interpretación de los resultados o en el cálculo de la fecha de seroconversión (inicio de la infección).
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