Consultar con su médico antes de embarazarse permite detectar los factores de riesgo que pueden obstaculizar el buen desarrollo del embarazo.
Se realiza un examen ginecológico durante la consulta. También se realiza un control de la presión arterial.
El peso habitual de la madre está relacionado con el peso del bebé y con su IMC, antes del embarazo.
Es primordial convencer a las mujeres, que desean tener un hijo, controlen su peso y que si es necesario hagan alguna dieta antes de quedar embarazadas.
Un tratamiento de ácido fólico permite disminuir los riesgos de malformaciones neurológicas del feto. De hecho, una carencia de folato o vitamina B9 puede provocar el cierre del tubo neuronal del feto.