El monóxido de carbono y las partículas finas emitidas por los motores diesel son los mayores contaminantes presentes en el interior de los autos.
Otros contaminantes como algunos alérgenos, el tabaco y los compuestos orgánicos volátiles también son encontrados en el interior de los coches en concentraciones no despreciables.
Los contaminantes encontrados en el interior de un coche representan una verdadera amenaza para las personas que están en contacto con estos.
Las personas más afectadas son aquellas que padecen alguna alergia ya que la acción irritante de estos contaminantes puede provocar o agravar una reacción alérgica (asma, rinitis, conjuntivitis...).
El tabaco representa uno de los principales contaminantes.
Fumar en el interior de un coche representa un riesgo adicional. En efecto, las partículas emitidas durante la combustión del cigarro tienen repercusiones mayores en la salud del fumador debido al espacio cerrado y reducido en el interior del coche.
Los efectos para la salud son incluso mayores si el fumador pasa muchas horas en su vehículo (éste es el caso de los camioneros, choferes de transporte público...)
El tabaquismo pasivo se debe a la inhalación involuntaria del humo emitido por uno o varios fumadores alrededor de una persona no fumadora.
La mayoría de desodorantes que se encuentran en los autos emiten compuestos orgánicos volátiles.
Algunos alérgenos como los alérgenos de animales pueden presentar un riesgo para las personas que son alérgicas.
La presencia de un gato o de un perro en el coche puede producir reacciones alérgicas en las personas que son alérgicas a estos. Esta reacciones alérgicas pueden aparecer incluso varias semanas o menes después de que el animal haya estado en el coche.