Para prevenir la transmisión de la hepatitis A, se recomienda utilizar agua potable, lavar los vegetales frescos antes de comerlos, lavarse las manos de forma adecuada y, por supuesto, vacunarse.
La hepatitis es la enfermedad más frecuente del hígado. Aparece como consecuencia de una infección causada por el virus de la hepatitis A o VHA.
La principal vía de transmisión es la llamada vía oro-fecal, es decir, una persona puede contraer el virus mediante la manipulación de materias fecales o heces de personas infectadas. La hepatitis A también puede contraerse a través del consumo de alimentos y agua contaminados por el virus.
Además, una persona que tenga la hepatitis A puede transmitirla a otra aunque no tenga síntomas.
La vacuna contra la hepatitis A se administra por vía intramuscular. A los niños se les administra una inyección en el muslo mientras que los adultos reciben una inyección en el hombro.
En el mercado existen varias presentaciones de la vacuna contra la hepatitis A. Algunas contienen únicamente la vacuna contra el virus de la hepatitis A pero otras ofrecen protección no solo contra el virus de la hepatitis A sino también contra el virus responsable de hepatitis B. Estas vacunas no contienen virus activos sino muertos.
Para una correcta protección, es necesario administrar dos dosis de la vacuna A con un periodo de descanso de seis meses entre la primera dosis y la segunda dosis.
La vacuna contra la hepatitis A está regulada de forma diferente en cada país. En EE.UU. suelen vacunarse todos los bebés de entre doce y veinticuatro meses de edad. En España, reciben la vacuna de la hepatitis todos los niños que viven en instituciones, los niños hemofílicos y aquellos que viajen a países donde la prevalencia de la enfermedad sea elevada. También reciben esta vacuna las personas portadoras de hepatitis B o C o cualquier otra enfermedad grave del hígado, así como aquellas que están expuestas a la hepatitis A en su ambiente de trabajo.
La marca Twinrix® comercializa la vacuna contra la hepatitis A y la hepatitis B. Existen dos tipos: la vacuna pediátrica (dosis de 0,5 ml) que se administra hasta los 15 años de edad y la vacuna para adultos (dosis de 1 ml) a partir de los 16 años de edad.
La hepatitis B es una enfermedad grave del hígado. En ocasiones se manifiesta como un proceso agudo pero en otras puede cronificarse.
Se recomienda vacunar a todas las personas adultas cuya pareja esté afectada por hepatitis B o convivan con un enfermo de hepatitis B, así como a aquellas personas que se exponen a un posible contagio, como los trabajadores de prisiones o correccionales o el personal de laboratorios.
También deberían vacunarse aquellas personas que tengan múltiples parejas sexuales, los portadores de enfermedades de transmisión sexual (ETS), los hombres homosexuales, las personas con adicción a las drogas que compartan material como jeringas, las personas que han sido víctimas de abusos sexuales y todo aquel que por propia voluntad desee estar protegido.
Marcas como Havrix® y Vaqta® comercializan la vacuna contra la hepatitis A.
Generalmente, los efectos secundarios de la vacuna son leves y se limitan a un ligero dolor en la zona del cuerpo donde se ha inyectado la vacuna o a una reacción febril.
Los efectos secundarios suelen aparecer en las horas siguientes a la administración de la vacuna. De forma excepcional, la vacuna puede producir efectos secundarios más graves como una reacción de tipo alérgico que puede llegar a ser mortal sin el tratamiento adecuado.
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