Cáncer de piel - Carcinoma y melanoma

Cada año se diagnostican en el mundo 160.000 casos de cáncer de piel que representan, aproximadamente, el 1,5 % de todos los tipos de cáncer en ambos géneros.

Qué es un carcinoma

Un carcinoma es un tumor maligno que se desarrolla a partir del tejido epitelial (capas de células) o glandular de un órgano. Existen dos tipos de carcinomas: los epidermoides y los adenocarcinomas. Las zonas donde aparece con mayor frecuencia son la piel, la boca, el pulmón, la mama, el tracto digestivo y el útero. Los jóvenes son los que más acciones de riesgo cometen al momento de exponerse al sol. El tipo de cáncer de piel más grave es el melanoma, que tiene una incidencia creciente, ya que se ha duplicado cada 10 años desde 1945 en todos los países del mundo.

Carcinoma de células escamosas de la piel

Los carcinomas de células escamosas de piel, por lo general, se localizan en las zonas del cuerpo más expuestas al sol como la cara, las orejas, el cuello, los labios y el dorso de las manos. Con menos frecuencia, se forman en la piel del área genital. Estos cánceres se pueden manifestar como manchas rojas ásperas o escamosas (en ocasiones, pueden sangrar o formar costras); protuberancias sobreelevadas; llagas abiertas (que pueden supurar); o costras que no se curan o se curan y luego reaparecen. También pueden adoptar la forma de una verruga.

Carcinoma de células basales

El carcinoma de células basales procede de la capa más inferior de la epidermis. Este tipo de cáncer se encuentra sobre todo en la piel blanca y su incidencia aumenta un 10 % cada año. No genera metástasis, aunque puede ser invasivo de manera local. Suele crecer lenta, pero progresivamente.

¿El cáncer de piel se cura?

El cáncer de piel es muy habitual y es curable cuando existe un diagnóstico precoz. Con la denominada cirugía de Mohs (microscópica) las expectativas de curación de los tumores agresivos son superiores al 95 %. Es una cirugía que se realiza de forma ambulatoria y, asimismo, permite extirpar la lesión y respetar al máximo el tejido sano para hacer la reconstrucción plástica.

Síntomas y signos de cáncer de piel

Cualquier cambio que se detecte en una lesión cutánea debe consultarse con el dermatólogo, al igual que toda herida que no cicatrice, un grano o una costra que persistan y se modifiquen.

Los carcinomas cutáneos representan el 90 % de los casos de cáncer de piel, pero es el de mayor curación entre los cánceres cutáneos. Se desarrolla en las zonas de la piel expuesta al sol. Los carcinomas basocelulares, los más comunes, aparecen normalmente después de los 60 años, evolucionan de forma muy lenta y no producen metástasis.

El carcinoma espinocelular es más agresivo, representa el 20 % de los casos de cáncer de piel y se desarrolla sobre las lesiones llamadas precancerosas, las queratosis actínicas. También puede aparecer sobre cicatrices de quemaduras o sobre heridas crónicas. Es más agresivo que el basocelular, ya que puede extenderse hacia los ganglios u otros órganos. Cuando se detecta precozmente, se realiza un tratamiento quirúrgico simple efectuado bajo anestesia local. En caso de descubrirlo en fase tardía, se procede a una cirugía más radical.

Cáncer de piel: el melanoma

En la mayoría de los casos, se desarrolla de forma progresiva en la superficie de la piel sana, en forma de mancha pigmentada. En el 15 % y 20% de los casos, el melanoma puede aparecer a partir de un lunar (también llamado nevus) que empieza a cambiar de características.

Dos tercios de los melanomas provienen de una exposición intermitente e intensa al sol, también están asociados a las insolaciones en la infancia. Los melanomas representan un 1 % de los cánceres de piel. Si se detecta temprano, la cirugía se realiza bajo anestesia local y elimina la lesión. Si se identifica tarde, el melanoma produce metástasis que necesita otros tratamientos, como la quimioterapia, desgraciadamente menos eficaces.

Factores de riesgo del cáncer de piel

El riesgo de la exposición al sol es bien conocido actualmente y la mayoría de las personas conocen sus consecuencias. Esto quiere decir que las medidas de prevención no se respetan lo suficiente. Entre el 50 % y el 70 % de los casos de cáncer de piel están asociados a la sobreexposición a los rayos ultravioleta: UVA y UVB. Los UVB desencadenan mutaciones a nivel genético de las células, mientras que los UVA modifican la membrana celular y el núcleo.

La intermitencia de las exposiciones, como la piel blanca en invierno y la piel bronceada en verano, es un riesgo suplementario. La sobreexposición en la infancia, así como la edad en la que ocurren las sobreexposiciones prolongadas al sol son importantes. Si ocurren durante la infancia pueden dar lugar a la aparición de nevus pigmentados, marcadores del riesgo de melanoma.

La predisposición familiar es otro factor de riesgo. El 10 % de los melanomas malignos aparecen en familias en las que ya han aparecido 2 casos de melanoma en al menos 3 generaciones. Los miembros de estas familias deben ser precavidos en la exposición al sol y vigilar su piel de forma sistemática.

Peligros de las camas de bronceado

El bronceado con lámparas bronceadoras es un factor de riesgo importante. El bronceado artificial no tiene el mismo efecto protector que el bronceado natural: es más superficial y no provoca engrosamiento de la piel. Los rayos ultravioleta artificiales refuerzan el efecto cancerígeno, por esto, se desaconseja el uso de cabinas de bronceado. De hecho está prohibida a menores de 18 años, época en la que la piel es particularmente frágil. Varios estudios han puesto en evidencia el aumento del riesgo de cáncer de piel en relación con el uso de lámparas bronceadoras.

Cómo saber si un lunar es bueno o malo

La presencia de 50 o más lunares es un factor de riesgo importante. La presencia de nevus largos, irregulares o presentes desde el nacimiento aumenta el riesgo de melanoma. La Sociedad Española de Dermatología, por ejemplo, ha contribuido en la orientación para las campañas de prevención del cáncer de piel, dirigida a las nuevas generaciones y a las categorías profesionales que trabajan en el exterior, como los trabajadores de la construcción, la agricultura y los deportistas.

Tipo de piel

Las personas de piel clara, por su falta de pigmentación, tienen más riesgo de padecer cáncer cutáneo. Se catalogan los tipos de piel por su sensibilidad a los rayos ultravioletas y por el fototipo, que permite estimar el riesgo asociado a la exposición solar para cada tipo de piel y, de esta forma, conocer la protección que se necesita.

Qué es el fototipo de la piel

Se han identificado 6 fototipos correspondientes a 6 tipos de piel y color de los cabellos. El fototipo 1 incluye piel clara, blanca, cabellos rubios o pelirrojos, ojos azules o verdes, aparecen pecas en caso de exposición, se quema fácilmente y no se broncea. El fototipo 2 se refiere a piel clara, que puede broncearse, cabellos rubios o castaños claros, pecas que aparecen por el sol, se quema fácilmente y se broncea poco. El fototipo 3 se trata de piel media, cabellos rubios o castaños, pocas o ninguna peca, se quema de forma moderada y se broncea gradualmente. El fototipo 4 incluye piel mate, cabellos castaños o morenos, ninguna peca, apenas se quema y siempre se broncea bien. El fototipo 5 se refiere a piel tostada oscura, naturalmente pigmentada, ojos y cabellos negros, se quema raramente y se broncea mucho. Mientras que el fototipo 6 se trata de piel negra, cabello y ojos negros, además no se quema.

Cómo se puede prevenir el cáncer de piel

No broncearse en las cabinas de UV. Aunque se conocen los riesgos, las personas se siguen exponiendo a los rayos ultravioletas de las cabinas de bronceado, donde no se realiza ninguna dosificación. Es importante seguir el consejo del dermatólogo para evitar los riesgos de acudir a estos centros. En consulta, hace un examen de capital solar, la cantidad de rayos UV, artificiales o naturales que la piel es capaz de recibir sin peligro.

Otras medidas también ayudan a protegerse del sol dañino, como ponerse una gorra o un sombrero, una camiseta y gafas de sol, ya que la crema solar no es suficiente y no protege de la mayoría de los UV. A partir de junio de 2008, la mención "protección total" se prohibió de todos los productos contra el sol de la Unión Europea, ya que ninguno puede afirmar que protege completamente del sol.

Qué es el factor de protección solar

Una protección solar eficaz es indispensable para disminuir la penetración de los rayos ultravioleta a través de la piel y las lesiones en el ADN de las células cutáneas. Usar cremas protectoras ayuda a preservar el capital solar. El índice de protección solar debe ser superior a 30 de preferencia. Verificar que la crema solar protege también contra los rayos UVA, ya que normalmente protegen de los ultravioletas de tipo B (UVB). Elegir una crema resistente al agua, en caso de visitar la playa o nadar en alberca. Renovar la aplicación de la crema cada dos horas. Continuar utilizándola, aunque ya estés bronceado. La crema protectora que se utilizó el verano anterior no conserva la misma protección.

Asimismo, se debe evitar el sol entre las 12 horas y las 16 horas. Estar en la sombra. Las cremas bronceadores no protegen del sol. Es importante concienciar a la población sobre los riesgos de exposiciones prolongadas e inadecuadas al sol.

Fotos de tipos de cáncer de piel

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