La utilización de aerosoles permite que un medicamento llegue de forma directa a las vías respiratorias.
Es necesario que los médicos sepan cómo enseñar a sus pacientes a utilizarlos correctamente.
Muchas veces los medicamentos no son eficaces porque los aerosoles no son utilizados correctamente:
Existen otros dispositivos que facilitan la inhalación del medicamento y evitan la no sincronización entre la maniobra del aerosol y la inspiración: los sistemas de inhalación de polvo seco. Entre estos tenemos: el sistema Turbuhaler (la persona gira la rosca del producto hasta oír un pequeño ruido que indica que ése es el momento de inspirar), Diskhaler, Accuhaler...
Es necesario utilizar estos pequeños dispositivos correctamente ya que un uso inadecuado (en ciertos casos, durante muchos años) disminuye la eficacia del medicamento.
Es necesario comprobar el uso correcto de estos dispositivos para estar seguros de que el tratamiento se está realizando de forma correcta.
La cámara de inhalación se utiliza para tratar el asma en niños pequeños: se trata de un depósito que permite inhalar el medicamento con mayor facilidad, sin preocuparse por la sincronización entre la maniobra de pulsar e inspirar, imposible para un niño o un bebé.
El procedimiento es el siguiente: el medicamento es expulsado por un inhalador conectado a la cámara, el niño realiza de 5 a 10 respiraciones a través de la cámara y así logra inhalar el medicamento.
La cámara de inhalación de gran volumen es utilizada para tratar a bebés y a niños muy pequeños.
También puede utilizarse en personas mayores ya que también suelen tener problemas a la hora de la sincronización de las maniobras
Las cámaras de inhalación más pequeñas son recomendadas para niños más mayores, a partir de los 4 o 5 años aproximadamente.
En algunos países las cámaras de inhalación están financiadas como por ejemplo en España.