El síndrome del túnel carpiano, se presenta lentamente e insidiosamente mediante hormigueos situados en la mano. En las situaciones más críticas, una parálisis de la mano puede producirse.
La frecuencia del síndrome del túnel carpiano aumenta con la edad (alrededor de los 50 años de edad hay mayores riesgos de ser afectado).
El síndrome del túnel carpiano se debe a una compresión del nervio mediano situado en la palma de la mano. Este nervio asegura la sensibilidad de las yemas del pulgar, del índice y del dedo medio así como la inervación motriz de ciertos músculos del pulgar. En efecto el nervio mediano atraviesa el túnel carpiano conectado a los tendones flexores de los dedos. El ligamento situado en la cara anterior de la muñeca aprieta y comprime el conjunto de los vasos y de los músculos, así como el nervio mediano.
Ciertos movimientos de los dedos, sobre todo los del pulgar, se efectúan con más dificultad o incluso no poder moverlo del todo. Las sensaciones en la mano también pueden ser modificadas.
El síndrome del túnel carpiano aparece durante la compresión del nervio mediano que provoca una disminución del paso del influjo nervioso. Aparecen entumecimientos, picazones y hormigueos en los dedos, el pulgar, el índice, superior y anular, así como una pérdida de la fuerza muscular de la muñeca y de la mano afectada.
Dolores nocturnos de esta zona aparecen a menudo.
El diagnóstico de síndrome del túnel carpiano es efectuado mediante una electromiografía. Una imagen por resonancia magnética (IRM) es a veces necesaria.
Poco a poco la mano pierde de su fuerza y suelta a veces espontáneamente los objetos. En un estado muy avanzado, una parálisis de la mano puede producirse.