El término ‘pie de atleta’, también denominado intertrigo interdigital, hace referencia a una micosis en los pies causada por un hongo muy contagioso.
El 'pie de atleta' se caracteriza por una inflamación de la piel que separa los dedos del pie. Esta micosis afecta a un gran número de personas.
El hongo responsable de la micosis vive en las zonas cálidas y húmedas situadas entre los dedos del pie. Aunque por lo general, el hongo se aloja entre el cuarto y el quinto dedo, puede extenderse hasta recubrir completamente la piel del pie, las uñas e incluso otras partes del cuerpo.
La micosis en los pies aparece como consecuencia del contagio por el hongo dermatofito.
En efecto, el hongo dermatofito contamina la piel y se multiplica cuando el pie está expuesto a superficies cálidas y húmedas tales como piscinas, vestuarios, saunas y gimnasios.
El consumo de corticoides favorece la evolución de las infecciones bacterianas, virales o micóticas.
El pie de atleta es una afección bastante frecuente entre los deportistas.
Por una parte el uso de zapatos cerrados genera un ambiente cálido y húmedo favorable a la aparición de hongos. Por otra, la utilización constante de tenis, zapatillas deportivas o bambas aumenta la incidencia de la micosis.
Las heridas en los pies, bastante frecuentes en las personas diabéticas, favorecen las infecciones por hongos.
Por eso, las personas diabéticas deben tratar las heridas en los pies con mucho cuidado ya que las complicaciones podrían conducir a una amputación.
Tanto la artritis como la neuropatía (acompañadas de una infección), dos complicaciones frecuentes de la diabetes, pueden provocar heridas en los pies.
Las personas con problemas circulatorios tales como varices o artritis de los miembros inferiores están más expuestas a sufrir una micosis.
En este artículo encontrarás toda la información relativa a los síntomas del 'pie de atleta'.
Para evitar la aparición de micosis consulta esta ficha donde encontrarás algunos consejos.
Los hongos de los pies pueden tratarse con fármacos tópicos adquiridos sin receta médica tales como la ciclopiroxolamine 1 % y el tolnaftate. Más información en la siguiente ficha.
La micosis también puede tratarse con el uso de medicamentos tópicos tales como los imidazoles y la terbinafina 1 %.