La epididimitis y la prostatitis son dos afecciones comunes y la mayoría de las veces benignas, que afectan los órganos genitales masculinos. Mientras que la primera la mayoría de las veces es de origen infeccioso, el segundo tiene varias causas, y es a veces complejo de diagnosticar.
La epididimitis es una infección y una inflamación del epidídimo, el canal que conduce el esperma. La inflamación del epidídimo y del testículo también lleva el nombre de orquiepididimitis.
Son principalmente infecciosas. Entre las bacterias y agentes infecciosos responsables están: coliformes, Pseudomonas. aeruginosa, C. trachomatis y Neisseria gonorrhoeae (infecciones sexualmente transmisibles).
El diagnóstico se basa en un antibiograma (cultivo de bacterias) realizado teniendo como base una biopsia uretral.
El tratamiento se basa en una antibioterapia adaptada al antibiograma.
La prostatitis es una infección bacteriana de la próstata, frecuente en el hombre y a menudo recurrente. El término "prostatitis" designa un síndrome correspondiente a diferentes formas patológicas:
La prostatitis crónicas (no inflamatoria) son las más frecuentes. El diagnóstico diferencial con las prostatitis no bacterianas es a veces difícil porque los síntomas son parecidos.
Los síntomas pueden variar según el tipo de prostatitis.
Los métodos diagnósticos difieren según la categoría de prostatitis sospechada (por ejemplo: estadio crónico). Generalmente comprenden: