Desde la cosmética a la aromaterapia, los aceites esenciales son utilizados en numerosos campos relativos al bienestar y a la salud en la actualidad.
A continuación se responderán las siguientes interrogantes: ¿Cuáles son las propiedades y los principales dominios de aplicación? ¿Cuáles son los riesgos para la salud en caso de sus usos inapropiados?
El aceite esencial es un líquido concentrado y oloroso, extracto de compuestos aromáticos vegetales. Es obtenida por extracción de las moléculas volátiles de plantas. Contrariamente a lo que sugiera la denominación, estos extractos no son necesariamente aceitosos.
Los aceites esenciales están formados por componentes de ocho clases, que reagrupan a diferentes familias de plantas. Entre las plantas y los órganos vegetales utilizados para la producción de un aceite esencial están: el árbol de té, enebro, limón, palo de rosa, canela, eucalipto, salvia, tomillo, anís verde, etc.
Debido a sus múltiples propiedades, los aceites esenciales son utilizados en los campos siguientes:
Entre las propiedades reconocidas de ciertos aceites esenciales, están las propiedades antibacterianas, antimicóticas, antiinflamatorias, antihistamínicas, analgésicas, digestivas, etc.
Los modos de administración de los aceites esenciales son los siguientes:
La utilización de los aceites esenciales no es anodina. Ciertos aceites contienen componentes muy activos que insuficientemente diluidos o impropiamente utilizados (sobredosificación, modo incorrecto de administración) son tóxicos para el organismo.
Los aceites esenciales que contienen fenol, cetona o aldehídos deben ser objeto de precauciones particulares debido a sus propiedades irritantes para las mucosas (por ejemplo: los ojos) o neurotóxicos.
Canela de ceilán, clavo de olor y tomillo timol.
Salvia officinalis, tuya, artemisa y menta pimentada.
Eucalipto cítrico y citronela. En todos los casos, se recomienda seguir escrupulosamente las precauciones de uso para cada aceite esencial. Por otro lado, contrariamente a lo que afirmen ciertos abastecedores y productores de aceites esenciales, estos no son descontaminantes.
Foto © Elena Gaak