El síndrome de Wolff-Parkinson-White es un síndrome cardiológico. Se manifiesta por episodios de taquicardia paroxística donde el corazón se acelera bruscamente. Este síndrome es secundario a una anomalía en la conducción de los impulsos eléctricos, con la presencia de una vía de conducción anormal. Puede ser grave y causar arritmias inquietantes, como la fibrilación auricular o la fibrilación ventricular. Se diagnostica con una grabación del corazón, a través de un electrocardiograma o ECG, lo que pone de manifiesto la presencia de una onda característica anormal llamada onda delta. Otras pruebas más específicas también son necesarias para saber si el tratamiento con fármacos antiarrítmicos será suficiente, o si se requiere la ablación de la vía accesoria mediante una técnica llamada radiofrecuencia.