Definición
Cuando se habla de retención urinaria, distinguimos dos patologías muy diferentes según se trate de una
retención de orina puntual o de una retención de
orina crónica. La
retención aguda de orina (RAU) es la incapacidad de orinar que experimenta un individuo a pesar del hecho de que su
vejiga esté llena. En cuanto a la retención crónica de orina (RCU), se presenta como un
vaciado incompleto de la vejiga quedando un resto de
orinas después de la
micción, llamado residuo post-miccional. Este residuo aparece progresivamente. Inicialmente, el músculo de la micción llamado detrusor, se contrae para permitir un vaciado completo. Pero poco a poco, el músculo "se agota". Entonces aparece el residuo post-miccional. En un estadio avanzado, la vejiga aumenta de volumen para compensar. Las causas de retención crónica de orina son los obstáculos para la correcta eliminación de la orina, tales como las enfermedades de la
próstata o el estrechamiento de la
uretra .
Síntomas
Los síntomas de la retención urinaria crónica son:
- trastornos de la micción y la necesidad de hacer fuerza para orinar;
- una polaquiuria o aumento de la frecuencia de las micciones durante el día, pero sin aumentar el volumen total de orina;
- a veces en los casos de residuo significativo, una masa palpable en la parte inferior del abdomen .
Diagnóstico
El
diagnóstico de la retención crónica de orina se realiza a través de un ultrasonido. La primera se lleva a cabo antes de la micción, y luego una segunda inmediatamente después: muestra la presencia anormal de orina en la vejiga, mientras que el paciente tiene la sensación de haberse vaciado completamente. El ultrasonido se extende al tracto urinario, incluyendo los
riñones, para buscar un posible impacto sobre estos órganos.
Tratamiento
El tratamiento de la retención crónica de orina necesariamente implica el tratamiento del obstáculo, es decir, la dilatación endoscópica o cirugía de la uretra en caso de estrechamiento, de tratamiento médico de la
hipertrofia de la próstata o más a menudo quirúrgico. En etapas avanzadas, con efectos sobre los órganos del tracto urinario como la vejiga y los riñones, es posible el tratamiento quirúrgico. De lo contrario, el uso de sondas es esencial en caso de pérdida de la actividad funcional del músculo detrusor.