La insuficiencia hepática es una disminución de la masa funcional del hígado consecutiva a una reducción de las células del hígado llamadas hepatocitos. La insuficiencia hepática puede ser aguda (como en las intoxicaciones con paracetamol, por ejemplo) o más a menudo de instalación crónica, como en la evolución de las hepatitis virales, cirrosis del hígado o cáncer.
Todas las funciones del hígado se reducen lo que explica los signos clínicos: ictericia, lesiones cutáneas llamadas arañas vasculares (pequeños vasos visibles en forma de estrella), cansancio, mal aliento, síntomas neurológicos ...
La insuficiencia hepática se puede cuantificar a través de un análisis de sangre que debe incluir una dosificación de las transaminasas (que reflejan una lisis o destrucción activa de las células del hígado) o la evaluación de la cantidad de ciertas sustancias sintetizadas por el hígado como la tasa de protombina que disminuye proporcionalmente a la destrucción.