Las transaminasas GOT Y GPT son las enzimas del metabolismo de los aminoácidos. Se encuentran en el hígado y los niveles elevados de estas enzimas en la sangre indican trastornos hepáticos.
Las transaminasas son las enzimas del hígado. Existen dos tipos de transaminasas: GOT y GPT.
El aspartato aminotransferasa (AST) o GOT desempeña un papel en el procesamiento de proteínas y está presente en el hígado, el corazón, los músculos y los riñones. Cuando el hígado se lesiona o inflama, los niveles de AST en la sangre suelen ser elevados.
La alanina aminotransferasa (ALT) o GPT está presente en el hígado y participa en el metabolismo, un proceso que convierte los alimentos en energía. Si el hígado se lesiona, se libera ALT al torrente sanguíneo. Los niveles de ALT son muy elevados en caso de hepatitis aguda.
En los hombres, el nivel de referencia de transaminasas GPT oscila entre 10 y 40 y el de transaminasas GOT se sitúa entre 15 y 40.
En las mujeres, el nivel normal de transaminasas GPT debe situarse entre 7 y 35 mientras que el de transaminasas GOT se sitúa entre 13 y 35.
Tener las transaminasas altas es un problema de salud bastante habitual. Cualquier daño en el hígado provocará un aumento de las transaminas o enzimas hepáticas.
Altos niveles de transaminasas sugieren daño grave en el hígado, por ejemplo, una hepatitis viral, una lesión hepática por falta de flujo sanguíneo o lesiones por drogas y toxinas. La mayoría de los procesos provocan un mayor aumento del nivel de transaminasas ALT que el de transaminasas AST.
Asimismo, valores de AST al doble o triple de los niveles de ALT sugieren hepatopatía alcohólica.
Habitualmente, las transaminasas ALT no se encuentran fuera del hígado. En cambio, las transaminasas AST aparecen en cantidades significativas en el corazón y en el músculo esquelético. De hecho, la medición de las transaminasas ha sido esencial en el diagnóstico de un ataque al corazón hace algunos años. Ahora se mide el nivel de otras enzimas y proteínas específicas para determinar el daño cardíaco.
Además, es posible que otras enfermedades no hepáticas arrojen en los análisis de sangre una elevada cantidad de transaminasas, particularmente de trasaminasas AST. Entre ellas cabe mencionar ciertos procesos musculares como distrofias, polimiositis o traumatismos. Incluso un proceso gripal puede llegar a producir elevaciones transitorias de las transaminasas.
La enzima fosfatasa alcalina o ALP se encuentra en el hígado, los huesos, los intestinos, los riñones y otros órganos.
Tanto los niños como los adolescentes presentan niveles de transaminasas ALP más elevados que los adultos a causa del crecimiento óseo aún cuando están sanos.
No obstante, los niveles de ALP también pueden aumentar como consecuencia de infecciones virales, enfermedades hepáticas y cuando aparece un bloqueo en los conductos biliares.
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