La sangre venosa sube de las piernas al corazón. La insuficiencia venosa se caracteriza por un retorno venoso de mala calidad, lo que provoca una sobrepresión de la sangre venosa (se le conoce como "estasis" venosa) en las piernas.
La insuficiencia venosa representa un mal retorno de la sangre, que tiene dificultades para circular desde las piernas hasta el corazón. Este problema está en relación con las válvulas de las venas, cuya primera función es evitar el reflujo hacia las partes más alejadas del corazón, que dejan de ser eficaces. Esta insuficiencia de las válvulas, asociada con un aumento de la presión en estos vasos, conducirá a un estancamiento de la sangre en las extremidades inferiores, que puede provocar dolores.
Son principalmente las mujeres quienes padecen insuficiencia venosa aunque los hombres no están a salvo. Estos problemas cada vez son más frecuentes y aumentan con la edad. Ciertas enfermedades como la aparición de flebitis y trombosis venosa periférica, aumentan el riesgo de desarrollar insuficiencia venosa.
Una serie de síntomas acompañan la insuficiencia venosa:
Sin embargo, algunas insuficiencias venosas cursan sin síntomas.
El interrogatorio ya permite el diagnóstico. El médico puede inspeccionar las piernas para investigar las venas varicosas y probar el tono de las venas. El principal examen que permite diagnosticar una insuficiencia venosa es la eco-doppler venosa de los miembros inferiores. Este examen, que utiliza la técnica de la ecografía con una sonda que emite ultrasonidos, se acopla a un examen doppler que permite estudiar los flujos sanguíneos.
El tratamiento de la insuficiencia venosa es:
Es posible prevenir la insuficiencia venosa: