La insuficiencia respiratoria es una incapacidad del aparato respiratorio para asegurar una oxigenación correcta de la sangre.
Se manifiesta con dificultad para respirar, de agravación más o menos progresiva, y la apareción de una coloración azulada de la piel, llamada cianosis. La insuficiencia respiratoria aguda puede deberse a la aparición repentina de estos síntomas o ser secundaria a un empeoramiento de estos síntomas en el contexto de la evolución de una insuficiencia respiratoria crónica: en este caso se habla de descompensación. Una insuficiencia respiratoria aguda es grave debido a la rápida disminución de la oxigenación de órganos y tejidos, que puede conducir a la destrucción de sus células.
Algunas enfermedades neuromusculares que afectan al pulmón, una insuficiencia respiratoria crónica o una descompensación de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) pueden provocar a una insuficiencia respiratoria aguda.
Es importante aportar una oxigenación adecuada. A veces una ventilación mecánica puede ser necesaria.