Hablamos de lengua saburral para referirnos a una capa fina de color blanquecino formada por bacterias que puede recubrir la superficie de la lengua. En la mayoría de los casos, la lengua saburral no tiene importancia y no provoca problemas de salud. Suele desaparecer con la ingesta de abundantes líquidos.
La lengua es un órgano formado por músculo, que está situada en la cavidad bucal. La lengua tiene varias funciones, todas ellas muy importantes. En primer lugar una función sensorial gustativa. En segundo lugar juega un papel muy importante en la fonación (la capacidad de hablar). En tercer lugar interviene en la masticación.
Cuando nos encontramos con una lengua saburral detectamos una suave capa de aspecto blanquecino.
La lengua saburral puede poner en evidencia un problema a nivel digestivo pero también ser consecuencia de una mala higiene bucal. Su mismo nombre (saburral) es sinónimo de lengua sucia. Sin embargo el problema no desaparece al cepillar la lengua.
Aunque a veces relacionamos este signo con una apendicitis aguda no siempre es indicativo de esta patología.
Otros procesos como la ictericia, el lupus, la cándida o la candidiasis oral pueden provocar su aparición. También puede ser un efecto secundario del consumo de algunos antibióticos y medicamentos.
En la mayoría de los casos, la lengua blanca es inocua para la salud de modo que no requiere tratamiento farmacológico, a menos que lo indique un médico.
Lo más probable es que la lengua saburral sea un signo de deshidratación que puede corregirse con la ingesta de agua, jugos de frutas naturales u otros líquidos a lo largo del día. Así, cuando el cuerpo se hidrata de nuevo este problema desaparece de forma natural.
Como remedios caseros podemos utilizar la sal gruesa: se trata de espolvorear un poco de sal en la lengua y frotar con un cepillo de dientes durante un minuto. Después aclarar con agua tibia. Se recomiendo realizar esta misma maniobra dos veces por día.
También la cúrcuma mezclada con jugo de limón puede ser eficaz. Con la pasta obtenida con ambos ingredientes se frota la superficie de la lengua y se deja actuar durante unos minutos. Una vez ya ha actuado es importante aclarar bien la boca con agua tibia.
Otros remedios caseros para combatir la lengua saburral son el yogur blanco, la mezcla de bicarbonato de sodio con zumo de limón y los dientes de ajo. Estos remedios no sólo favorecen la buena salud de nuestro intestino sino que también nos ayudan a tratar esta patología.
Varias son las causas que pueden ser responsables de una legua saburral en los niños. Entre ellas destacamos la mala higiene bucal, el mal aliento o halitosis, la candidiasis oral, una dieta poco equilibrada o inadecuada y la respiración por la boca evitando el filtro que representa la nariz. Este tipo de respiración es frecuente en niños.
Una de las enfermedades infecciosas propias de la infancia, la escarlatina, también puede cursar con este síntoma. El aspecto que presenta la lengua en estos casos es la capa blanquecina acompañada de unos puntos y bordes rojos. El germen responsable de la escarlatina es el Streptococcus pyogenes.
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