frank veloz
Mensajes enviados
2
Fecha de inscripción
miércoles, 2 de enero de 2013
Estatus
Miembro
Última intervención
miércoles, 2 de enero de 2013
2 ene 2013 a las 17:02
El flujo vaginal normal cumple varias funciones, como las siguientes: limpia y humecta la vagina, además de ayudar a prevenir y combatir infecciones. Aunque es normal que el color, la textura y la cantidad de flujo vaginal varíen a lo largo del ciclo menstrual de una joven, algunos cambios en el flujo pueden indicar la presencia de un problema.
Si piensas que tienes un problema, debes consultar a un médico lo antes posible. Sin embargo, en primer lugar, es útil aprender algunas de las diferencias entre el flujo vaginal normal y el anormal. Esto te servirá para reconocer los cambios que puedan producirse.
Es normal que el flujo vaginal normal presente algún cambio en su textura y color. Tal vez sea poco espeso, pegajoso y elástico, o espeso y pegajoso. El flujo vaginal debería ser transparente, blanco o blanquecino.
Es importante que estés atenta a los cambios en tu flujo vaginal. Los siguientes cambios suelen ser indicio de un problema:
cambio en el olor (en especial, si el olor es desagradable)
cambio en el color o la textura (en especial, si se vuelve verdoso, grisáceo o se asemeja al pus)
picazón, ardor, hinchazón o enrojecimiento vaginal
sangrado vaginal que no corresponde al período menstrual
Las infecciones vaginales, como la vaginitis bacteriana, la candidiasis (infección por un hongo) y la tricomoniasis suelen ser la causa de un flujo vaginal anormal. Algunas infecciones, como la gonorrea, se transmiten durante la relación sexual. Otras infecciones, como la vaginitis bacteriana o las infecciones causadas por un hongo, aparecen se tengan o no relaciones sexuales.
Aunque los síntomas de estas infecciones suelen ser muy similares, existen algunas diferencias a las que hay que prestarles atención, como las siguientes:
Las infecciones causadas por hongos pueden generar un flujo vaginal blanco y espeso, parecido al queso cottage (o requesón). Una infección causada por un hongo no suele generar un flujo vaginal con olor fuerte, pero sí mucha picazón y ardor.
La vaginitis bacteriana puede hacer que el flujo vaginal sea más espeso de lo habitual. Es posible que el flujo se vuelva espumoso y de color grisáceo. La vaginitis bacteriana genera un olor desagradable, similar al del pescado, en el flujo vaginal.
La tricomoniasis, una enfermedad de transmisión sexual común, puede generar un olor rancio, como a humedad, en el flujo vaginal. Éste se torna grisáceo o amarillo verdoso, así como más espeso. La tricomoniasis también suele causar picazón vaginal y dolor al orinar.
Es muy importante que consultes a un médico o acudas a una clínica para adolescentes si tienes alguno de los síntomas de flujo vaginal anormal. Esto es muy importante para las jóvenes que mantienen relaciones sexuales, en especial para aquellas que han tenido relaciones sin usar un condón, porque muchas enfermedades de transmisión sexual producen cambios en el flujo vaginal