dany
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11 may 2011 a las 01:30
alberto-sp
Mensajes enviados1943Fecha de inscripciónlunes, 3 de enero de 2011EstatusMiembroÚltima intervenciónlunes, 7 de noviembre de 2011
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25 jul 2011 a las 19:29
Hola, mi pregunta es mi mama es asmatica y ha tenido muchos dolores de cabeza ella tiene rinitis y cuando va al hospital por el dolor de cabeza le dicen que tiene inflamacion y puede ser sinusitis hace como 3 años que le hicieron un tac y no salio nada.
pero me me preocupa que sea una aneurisma uy dios no.
ha tomado acetaminofen, panadol y nada le quita el dolor tiene como congestionado aveces le sale sangre cuando se sacude la nariz y cuando tose igual aveces le sale poquitos de sangre.
los ultimos dias ha tenido preocupaciones y no se si eso afecte pero tengo miedo que sea una aneurisma como se si ella tiene eso ademas ella siente cansancio y adoremecimiento y tambien siente dificultad para respirar, tragar. Me gustaria que me dijeran como se si es una aneurisma o otra cosa. Muchas gracias.
alberto-sp
Mensajes enviados1943Fecha de inscripciónlunes, 3 de enero de 2011EstatusMiembroÚltima intervenciónlunes, 7 de noviembre de 201114.394 25 jul 2011 a las 19:29
Descubrir a tiempo la rotura de una arteria cerebral evita la muerte casi segura del paciente
Los aneurismas son una dilatación anómala en arterias o venas. Afectan a personas que tienen alrededor de 50 años y, en especial, a mujeres. Se desconoce la causa que los origina, pero se sabe que se desarrollan con la edad y que, a menudo, se asocian a otras enfermedades y a hábitos insanos. Cuando se localizan en las arterias cerebrales y éstas terminan por romperse, un suceso tan inesperado como repentino, causan hemorragias de pronóstico muy grave, con gran impacto económico y social. En estos casos, la actuación inmediata en los 30 minutos siguientes es clave para evitar el fallecimiento del paciente.
Actuar media hora después de la ruptura supone casi siempre una muerte segura. Si bien la mayoría de los dolores de cabeza son inofensivos, en ocasiones pueden esconder patologías subyacentes, como un aneurisma. A menudo, antes de su ruptura no se detectan síntomas, aunque en un 40% de los casos hay señales premonitorias, como dolor intenso detrás del ojo, cefalea, parálisis de algún nervio craneal, náuseas o vómitos.
Los aneurismas tienen que crecer de tres a diez milímetros antes de causar síntomas. A veces, por casualidad, se detectan en una simple exploración radiológica o con ultrasonido y, si se tratan con anticipación, se puede evitar su ruptura, si bien no es tarea fácil. Cuando esto sucede, con el objetivo de controlar los síntomas y prevenir futuros sangrados (tras una hemorragia inicial, el 30% vuelve a sangrar durante el primer mes), se prescribe un tratamiento con fármacos y cirugía. La finalidad de la intervención quirúrgica es cerrar la base del aneurisma con grapas, suturas u otros materiales para impedir el flujo de sangre a través de la dilatación.
Otra opción menos invasiva, y en la actualidad más utilizada, es la reparación endovascular. En esta intervención, se introducen a través del vaso arterial unas pequeñas espirales o stents que llegan hasta el interior del aneurisma. Esto provoca la formación de un coágulo y previene el sangrado posterior. La punción se realiza en la zona inguinal y el catéter que colocará el stent se guía a través de rayos X.
El consumo de alcohol, la aterosclerosis, fumar, la hipertensión o los traumatismos craneales son algunos de los factores de riesgo