El estrés es la tensión provocada por diferentes situaciones agobiantes que pueden desencadenar reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos.
Los síntomas que provoca el estrés son variables, diversos y aparecen con una intensidad más o menos fuerte.
Además, los síntomas varían de una persona a otra porque cada uno tiene sus propios síntomas.
En ciertos casos, los síntomas principales son la migraña o el dolor de cabeza, en otros, el eczema o el insomnio.
Algunas personas en estado de estrés también pueden presentar otros síntomas asociados. La fatiga también puede ser un síntoma de estrés crónico.
El estrés desencadena problemas digestivos tales como náuseas, úlceras y vómitos.
Algunos de los problemas cardiovasculares que produce el estrés son el aumento del ritmo cardiaco con sensación de aceleración de los latidos del corazón, así como las palpitaciones, la hipertensión arterial y el aumento del colesterol malo.
El dolor de cabeza y la migraña son dos de los síntomas más frecuentes de estrés.
El estrés puede ser una causa de insomnio y las pesadillas también son un indicio de estrés.
La irritabilidad, la angustia, los tics nerviosos, la sensación de tener un nudo en la garganta y en la boca del estómago, los sentimientos de cólera y los episodios de pánico son algunos de los síntomas psicológicos del estrés.
La depresión es, en efecto, otro síntoma de estrés.
Los cambios constantes de estado de ánimo, una mayor susceptibilidad, la dificultad para concentrarse y para relacionarse con los seres cercanos o con los compañeros de trabajo pueden ser un síntoma de estrés.
El estrés puede provocar un aumento del consumo de tabaco y alcohol.
También cambia los hábitos alimentarios y puede hacer que el afectado engorde.
Tanto la hiperventilación o respiración rápida como la transpiración, las manos mojadas, el mal aliento o la diarrea son causa de estrés.
El estrés puede provocar la aparición de eczema y urticaria.
El dolor de espalada y la tensión muscular pueden ser dos signos de estrés.
Asimismo, los cuadros de anginas, herpes y gripe son más frecuentes en las personas estresadas.
El pelo resulta muy afectado por el estrés. La tensión acelera su caída y favorece la aparición de caspa.
Algunas disfunciones sexuales como la impotencia o la ausencia de deseo sexual en la mujer son síntomas de estrés.
Otro síntoma de estrés son los ciclos menstruales irregulares.
La prolactina no solo estimula y mantiene la producción de leche materna, también ayuda a controlar los embarazos sucesivos ya que bloquea la ovulación mientras que la madre amamanta a su bebé de manera regular.
La prolactina, los estrógenos y la progesterona intervienen en el crecimiento de las glándulas mamarias.
Solo un médico puede confirmar si los síntomas corresponden a un estado de estrés ya que todos los síntomas mencionados en esta ficha también pueden ser manifestaciones de otras enfermedades.
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