La meningitis es una inflamación de las meninges, las tres membranas que recubren el sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal). En su forma más grave puede ser fulminante y de evolución fatal.
En este caso la inflamación es causada por bacterias y el gérmen causante más frecuente es el meningococo.
El cuadro típico es el de un niño que presenta signos clínicos de meningismo con dolor de cabeza, fiebre alta, rigidez de nuca y dolor, dificultad para soportar la luz (llamada fotofobia) o los sonidos (llamado fonofobia).
Rápidamente puede aparecer en la piel una púrpura fulminante por su rápida instalación, que se caracteriza por manchas rojas oscuras que no desaparecen cuando se ejerce una presión sobre ellas.
En este caso, se debe contactar con el SAMU (Urgencias) para establecer un tratamiento de emergencia a base de antibióticos. La meningitis fulminante puede ser mortal pero con una atención rápida se puede curar sin secuelas.