La meningitis es una inflamación que afecta a las meninges, tres membranas que recubren y protegen el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal). La mayoría de las veces es de origen infeccioso y cursa generalmente con fiebre, dolores de cabeza y signos neurológicos. Existen dos tipos de meningitis infecciosas: las meningitis virales, benignas y más frecuentes, y meningitis bacterianas, más peligrosas y que deben ser atendidas con urgencia. La meningitis bacteriana causada por el meningococo requieren un tratamiento la familia del paciente, debido a su naturaleza contagiosa. La meningitis afecta principalmente a niños y adultos jóvenes.
Los síntomas de la meningitis aparecen rápidamente y asocian fiebre y escalofríos con signos meníngeos que son los siguientes:
En los casos de sospecha de meningitis se debe consultar de forma urgente. Se debe buscar
la presencia de una púrpura (manchas rojas de aparición súbita por todo el cuerpo que no desaparecen con la presión del dedo). Para diagnosticar la meningitis es preciso realizar una punción lumbar y obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo. Esta punción se realiza cerca de la columna vertebral. El análisis del líquido en el laboratorio podrá confirmar la meningitis y determinar si está causada por un virus o una bacteria. En algunos casos, un escáner se puede realizar antes de la punción. Mientras tanto, se realizará un análisis de sangre y un cultivo.
El tratamiento de la meningitis debe ser rápido. En caso de asociación de púrpura con un síndrome meníngeo, los antibióticos se administran antes de tener los resultados de la punción lumbar, incluso antes de realizar la punción si no se puede realizar rapidamente. En caso de síntomas graves, los antibióticos se administrarán después de la toma de sangre y antes de la punción. En los otros casos, se necesita hacer un análisis del líquido cefalorraquídeo para determinar si los antibióticos son necesarios. También pueden ser prescritos corticosteroides según el caso.
Ya que la meningitis bacteriana causada por el meningococo se contagia por contacto respiratorio, se debe ser muy prudente y aislar al paciente en caso de sospecha razonable. Si el germen identificado es el meningococo, los allegados y los profesionales que han estado en contacto con el paciente deben recibir un tratamiento preventivo. También es necesario declarar la enfermedad a la Agencia Regional de Salud. Se recomienda la vacunación para los niños. Otras bacterias o virus que pueden ser responsables de meningitis se previenen habitualmente gracias a la vacunación ( paperas, polio ...).