Deformación frecuente del pie, el hallux valgus (también llamado juanete) puede ser objeto de una intervención quirúrgica con finalidad correctiva, bajo ciertas condiciones.
Explicación de los objetivos de esta operación y las modalidades de tratamiento.
El objetivo de la cirugía del hallux valgus es corregir el mal alineamiento del dedo gordo del pie hacia el exterior. Suprime el dolor y dar nuevamente al dedo gordo del pie su papel propulsor.
La operación de un hallux valgus es contemplada en caso de un fracaso del tratamiento médico precoz que pretende aliviar la presión sobre el "juanete" y los demás dedos del pie por:
La cirugía es indicada en caso de dolores persistentes, de deformación severa o aparición de una complicación.
Los exámenes comprenden:
La intervención es realizada en cirugía ambulatoria (hospitalización corta de 48 horas), bajo anestesia local que generalmente dura de 20 a 40 minutos, a veces un poco más.
La técnica operatoria más común empleada es la doble sección del hueso (osteotomía) del primer metatarsiano y de la primera falange. Es combinada con una intervención quirúrgica que permite liberar los tejidos retraídos. Los fragmentos óseos desplazados son fijados con la ayuda de tornillos, grapas, incluso con la ayuda de broches.
Otras técnicas operatorias con finalidad correctiva pueden ser empleadas según el tipo de deformación. Así como por ejemplo la cirugía percutánea, que limita el traumatismo operatorio.
Caminar es posible el día siguiente a la intervención. Necesita el uso de zapatos especiales, con apoyo sobre el talón, durante una duración que va de tres o cuatro semanas.
Los ejercicios de autorreeducación, que se inician aproximadamente 15 días después de la operación, ocupan un lugar importante en la recuperación de la amplitud articular.
Sesiones de kinesiterapia son prescritas a partir de la tercera semana después de la intervención.
La caminata (a paso moderado), puede ser retomada aproximadamente dos meses después de la intervención, bajo control médico.
La duración del descanso laboral varía entre 21 y 56 días, según el tipo de actividades profesionales ejercitadas.