Un estudio británico, publicado en la revista de la Académie Royale de Londres (Journal of Proceeding of the Royal Society) en 2008, reveló que la alimentación de la mujer podría influir en el sexo de sus hijos.
El estudio fue realizado por científicos de la Universidad de Oxford con un grupo de 740 mujeres que habían dado a luz a su primer hijo.
Según los resultados de la investigación, mientras más calorías consuma una mujer embarazada, mayor es la posibilidad de que tenga un hijo varón. Según el análisis de los datos, 56% de las mujeres con la dieta más rica en calorías habían dado a luz a un varón.
Según este estudio, las mujeres aumentarían sus posibildiades de tener un hijo varón con una alimentación rica en potasio, calcio y en vitaminas C, E y B 12.
Asimismo, el estudio demuestra que el consumo de cereales en el desayuno también aumenta la posibilidad de tener un hijo varón: 59% de las mujeres que participaron en la investigación comían por lo menos un plato de cereales al día y habían dado a luz a un varón.