Una planta decimos que es tóxica cuando su ingestión o un contacto con ella representa un peligro para el ser humano o una especie animal. Existen múltiples plantas tóxicas, incluso en nuestro entorno. Es el caso, por ejemplo, de ciertas plantas ornamentales, el laurel rosa o incluso el muguet de mayo. En caso de intoxicación su peligrosidad depende de la dosis de veneno que se ha ingerido, del modo de transmisión y del estado de salud de la persona afectada. Siempre es aconsejable llamar al centro antiveneno para obtener información sobre la conducta a seguir.