Aunque benigna, la hinchazón de los pies puede resultar dolorosa.
¿A qué se debe la hinchazón de los pies? ¿Cómo aliviar los pies hinchados?
Las principales causas de la hinchazón de los pies son la retención de agua y una mala circulación de la sangre. Cuando las venas pierden tonicidad y elasticidad, la sangre se estanca y puede escaparse hacia los tejidos, lo que provoca la hinchazón.
Las mujeres embarazadas a menudo tienen los pies hinchados, sobre todo al final de embarazo. Son más propensas a una mala circulación de la sangre y a una retención de agua porque el desarrollo del útero aprieta la vena cava.
La higiene de vida también puede ser el motivo de una discusión. Una mala alimentación, con un exceso de sal puede provocar la retención de agua y una hinchazón de los pies.
Entre otros factores causantes de los pies hinchados están: el calor, una mala postura, el uso de zapatos ajustados e inadaptados.
Cuando la hinchazón es localizada en un solo miembro, es debido a un traumatismo o una herida (un esguince de tobillo por ejemplo).
Al final del día, es mejor dejar los pies descansar. Es aconsejado quitarse los zapatos y los calcetines y recostarse elevando ligeramente las piernas. Es recomendado ducharse y verter un chorro de agua fría sobre las piernas y los pies con el fin de estimular la circulación de la sangre.
Una buena hidratación es también necesaria para limitar la hinchazón de los pies, en particular en el verano, en caso de calor severo.
Para aliviar la retención de agua y la hinchazón de los pies, es aconsejado vigilar su alimentación y su higiene de vida. Es mejor consumir alimentos ricos en vitaminas y en ácidos grasos, tales como las frutas y las verduras, y practicar una actividad física regular.
Masajes y baños de pies frecuentes son también buenas soluciones para reducir la hinchazón.
En ciertos casos, el uso de medias de contención puede resultar necesario si es prescrito por el médico.
Algunas medidas de prevención para evitar una hinchazón de los pies: no tomar baños demasiado calientes, no permanecer demasiado tiempo en la misma posición sobre todo de pie o piernas cruzadas, preferir zapatos confortables y del tamaño de los pies, no usar ropa demasiado apretada.
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