La actividad física permitiría tratar problemas de memoria en personas adultas.
Un estudio australiano publicado en Setiembre del 2008 en el Journal of the American Medical Association, demuestra que una actividad física de intensidad moderada, que puede ser realizada en el hogar algunas horas por semana, puede mejorar, entre otras cosas, las funciones cerebrales.
Los participantes padecían problemas de memoria pero no presentaban demencia.
Las personas que realizaron actividad física mostraron mejores resultados que las que siguieron un tratamiento habitual después de seis y doce meses.
Los investigadores igualmente notaron que la actividad física tenía repercusiones positivas sobre la depresión, la calidad de vida, las recaídas y la función cardiovascular de las personas analizadas.