Biopsia del corion
La biopsia corion es una prueba diagnóstica para detectar enfermedades genéticas y malformaciones del feto con una alta precisión. No se recomienda utilizarla si los padres han decidido continuar con el embarazo independientemente de cuál sea el resultado de la prueba.
Sus indicaciones
- Cuando existe un alto riesgo de enfermedades cromosómicas en el embrión
- Para el estudio de enfermedades moleculares o bioquímicas que, aunque no provoquen malformaciones físicas, pueden comprometer la vida del feto fuera del útero materno
- En aquellos casos que se han tenido hijos o fetos no nacidos previos con enfermedades genéticas
- Cuando el padre o la madre tengan alteraciones genéticas conocidas
- En casos de confirmación de estudios preimplantacionales, es decir, los que se realizan en los óvulos fecundados antes de que se implanten en el útero
- Cuando hay alteraciones en el crecimiento o desarrollo del feto detectadas por ecografía en el primer trimestre
¿En qué momento del embarazo se realiza?
La biopsia de corion se realiza entre las semanas 11 y 13 del embarazo.
Existen dos posibles vías
- La vía transabdominal: se punciona la piel del abdomen para atravesar la pared abdominal y llegar a la placenta. Ahí se pinza o se aspira una muestra de corion para analizar después al microscopio. El proceso está guiado por ecografía.
- La vía transcervical: se recoge la muestra a través de la vagina y del cuello uterino. La ecografía se utiliza también para guiar el proceso.
La prueba dura alrededor de 30-60 minutos. La toma de la biopsia en sí misma dura unos 10 minutos como máximo: el resto consiste en la preparación del material y la zona a biopsiar.
Se puede realizar en la consulta o en una sala de curas aséptica. Dependiendo del centro puede requerir ingreso hospitalario o no.
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