La retinitis pigmentaria es una enfermedad genética que muchas veces está asociada a lesiones en otros órganos. Por lo general, esta enfermedad se manifiesta entre los 10 y los 20 años de edad.
El primer síntoma es una disminución de la visión nocturna y una disminución del campo visual que da lugar a una visión tubular también conocida como "visión en túnel".
Cuando una persona padece esta enfermedad, el examen del fondo del ojo revela una pigmentación y una atrofia progresiva de la retina periférica. Para confirmar el diagníostico es necesario realizar un electrorretinograma. Si este examen evidencia una inadaptación a las condiciones de oscuridad, entonces el diagnóstico de retinits pigmentaria será definitivo.
Aún no existe ningun tratamiento para la retinitis pigmentaria. Sin embargo un consumo regular de vitamina A y de Omega-3 podría retrasar la pérdida de la visión. Una consulta con un especialista en genética es indispensable para calcular los riesgos de transmisión de esta enfermedad a los hijos de las personas afectadas.