La espasmofilia es una patología misteriosa. Su definición no provoca unanimidad en todos los médicos. Aunque se manifiesta de diferentes maneras tres síntomas suelen estar presentes en la gran mayoría de los casos: un cansancio, la angustia y la neurodistonía. En general aparece en forma de crisis. Sin embargo, algunos pacientes tienen espasmofilia sin crisis. Padecen cefaleas, transtornos digestivos, palpitaciones y vértigos que a veces pueden durar varias semanas. Los antidepresivos y las terapias comportamentales ayudan a controlar la angustia.