El Síndrome de Stokes-Adams, también denominado enfermedad del pulso lento, es un conjunto de síntomas causados por una disminución importante o por una interrupción del ritmo cardíaco. La sangre no irriga correctamente al cerebro y puede aparecer un síncope o una visión borrosa. El paciente recupera la conciencia espontáneamente al cabo de varios segundos. Debe colocarse un marcapasos o un estimulador cardíaco para evitar interrupciones demasiado largas del ritmo cardíaco en caso de síncope.