La tiroides, glándula situada en la parte delantera del cuello, es un regulador central de nuestro organismo. Las hormonas producidas por la tiroides actúan principalmente en la regulación de la temperatura corporal, el ritmo cardíaco, el sistema nervioso, el tubo digestivo y los órganos genitales.
Las patologías de la tiroides son frecuentes y conciernen más particularmente a las mujeres, afectando aproximadamente al 40 % de ellas.
En ciertas situaciones, es indispensable efectuar una intervención quirúrgica que es una de las intervenciones más frecuentes.
Cada año, cientos de miles de intervenciones de la tiroides son practicadas, del cual más del 20% son por un cáncer de la tiroides.
Un cirujano ORL o un endocrinólogo pueden realizar una intervención de la tiroides.
Una intervención quirúrgica de la tiroides es indicada para tratar algunos nódulos tiroideos, un cáncer de la tiroides, ciertos hipertiroidismos y durante la presencia de un bocio, debido a un aumento de volumen de la glándula. Representa el principal tratamiento de los cánceres de la tiroides. Esta intervención puede también ser practicada con el fin de obtener un diagnóstico preciso cuando la citopunción, punción efectuada con una aguja fina no permite precisar la naturaleza benigna o maligna del nódulo.
Un nódulo tiroideo es una tumefacción localizada a nivel de la tiroides. Los nódulos son a menudo pequeños y poco dolorosos.
Un nódulo caliente o tóxico secreta cantidades importantes de hormonas tiroideas. Una intervención quirúrgica permite retirar el lado de la tiroides donde se encuentra el nódulo.
La mayoría de los nódulos únicos fríos, aunque en el examen de la tiroides salen normal, necesitan una intervención quirúrgica ya que algunos pueden evolucionar en cáncer.
En caso de la presencia de un nódulo único, la intervención quirúrgica consiste en retirar el lado de la tiroides donde se encuentra el nódulo. El examen del nódulo en el curso de la intervención permite precisar su naturaleza benigna o maligna. En este último caso, la tiroides podrá ser retirada. Los ganglios linfáticos alrededor de la tiroides serán extraídos. El pronóstico de este cáncer es de más del 94 % de curación definitiva.
Una intervención quirúrgica es indispensable en la gran mayoría de los cánceres de la tiroides.
El bocio multinodular proviene del desarrollo de varios nódulos situados en ambos lóbulos de la tiroides que aumenta el volumen y causa el bocio.
Una intervención quirúrgica, que consiste en quitar la totalidad o la casi totalidad de la tiroides, es indispensable cuando este bocio multinodular es demasiado voluminoso. En efecto, esta situación puede comprimir los órganos vecinos y provocar problemas respiratorios desarrollándose hacia el tórax, pero también una compresión de la tráquea o del esófago, lo que causa dificultades respiratorias, alteraciones de la voz o problemas de deglución que impide alimentarse correctamente.
Una enfermedad de Basedow que resiste a los tratamientos o reaparece después de su interrupción es una indicación para la cirugía de la tiroides. La presencia de una tiroides muy voluminosa y el deseo de un embarazo también necesitan una intervención.
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