Un nódulo tiroideo es un aumento de volumen localizado a nivel de la glándula tiroides. Puede tratarse de un quiste, de un adenoma, de un cáncer de tiroides o, a veces, de una tiroiditis (inflamación localizada a nivel de la glándula tiroides). El nódulo puede ser único, o varios nódulos pueden invadir la glándula: hablamos entonces de bocio multinodular. Aparecen con más frecuentes en las mujeres que en los hombres y generalmente a la edad adulta, a partir de los cuarenta años dependiendo de las causas.
A menudo se trata de un pequeño bulto palpable en el cuello; el paciente suele acudir a la consulta porque experimenta molestias al tragar o al respirar. Pueden aparecer otros síntomas en función de las causas responsables del nódulo y sus efectos sobre las hormonas tiroideas; pueden tratarse de síntomas relacionados con hipertiroidismo o por el contrario, con hipotiroidismo :
El examen clínico consiste en la palpación de la glándula tiroides que se localiza en el cuello en busca de nódulos o de un aumento general en el tamaño de la tiroides, en cuyo caso hablamos de bocio. Posteriormente, se realizan varias pruebas:
Cuando las dos punciones aporten resultados tranquilizadores se recomienda un sencillo control. La cirugía se reserva para cualquier nódulo sospechoso identificado como cáncer o que sea de grandes dimensiones. A veces se quita sólo el nódulo y se denomina nodulectomía, pero en otras ocasiones es necesario realizar una tiroidectomía total. El paciente tendrá entonces que hacer un tratamiento de por vida para compensar la deficiencia de las hormonas tiroideas.