El cáncer de estómago se trata a menudo de un adenocarcinoma que se desarrolla a partir de las células glandulares de la pared de este órgano. Se manifiesta por síntomas corrientes como náuseas o dolores gástricos. El diagnóstico suele ser tardío y se realiza a través de un exámen endoscópico, la gastroscopia. Para tratarlo se realiza una gastrectomía: el cirujano realiza una ablación total o parcial de este órgano para extirpar el tumor y restablecer la continuidad del tubo digestivo (la anastomosis). Generalmente la cirugía va seguida de sesiones de quimioterapia o, más raramente, de radioterapia.