En muchos países se viene realizando un evento denominado "La semana del sonido". El objetivo de este tipo de eventos es sensibilizar a las personas sobre la importancia del ambiente sonoro.
Al mismo tiempo, algunos estudios han revelado que la mayoría de jóvenes de entre 15 y 30 años han experimentado problemas de audición. Dentro del grupo de problemas de audición señalados por los jóvenes, los acúfenos son los más frecuentes.
Esta afección, generalmente poco conocida por el público, afecta a un grupo creciente de ciudadanos.
En la actualidad, la sofrología es incluida en el grupo de cuidados ofrecidos a las personas que sufren este tipo de trastorno auditivo.
Los acúfenos son una percepción involuntaria de sonidos que no son generados en el exterior.
Las manifestaciones de los acúfenos son complejas; de hecho, sus características varían de persona en persona. Pueden presentarse bajo la forma de silbidos, zumbidos, tintineos o notas musicales. Los acúfenos pueden ser percibidos por uno o ambos oídos, pero también en las zonas anterior o posterior de la cabeza. Asimismo, los acúfenos ocasionales o crónicos pueden ser percibidos de manera continua o intermitente.
El tratamiento de los acúfenos debe comprender un tratamiento de su impacto psicológico en la persona afectada, ya que el 20% de personas que presentan este trastorno lo describen como un malestar cotidiano y discapacitante. Las consecuencias de los acúfenos crónicos son múltiples, pero su gravedad aumenta con el tiempo si el círculo vicioso del "estrés / acúfeno" no se frena. De hecho, las personas que experimentan un acúfeno por primera vez generalmente sufren estrés a diario. Posteriormente, este estrés se presenta asociado a una fatiga crónica que provoca un estado de irritabilidad constante. A continuación, estos dos síntomas evolucionan poco a poco y el estrés da lugar a la ansiedad y a los trastornos del sueño y de la concentración. Si todas estas manifestaciones perduran, la persona afectada puede apartarse y correr el riesgo de caer en la depresión.
La sofrología forma parte de los tratamientos más utilizados en casos de acúfenos.
Aunque no se considera un tratamiento médico, la sofrología permite que las personas afectadas se acostumbren al sonido que perciben y que puedan retomar su vida. También ayuda al control del estrés y de la ansiedad.
La sofrología requiere de un acompañamiento de la persona afectada durante varias etapas para ayudarle a adquirir técnicas que le permitan ganar autonomía en su práctica sofrológica.
Este tratamiento puede articularse en tres momentos claves: la fase curativa (para liberar el estrés y ceder), la fase preventiva (para estimular las capacidades de adaptación y hacer que la persona tome consciencia de sus recursos), y la fase de cierre (corresponde al fin del acompañamiento y permite que la persona tome consciencia de la capacidad adquirida para hacer frente a los acúfenos todos los días).
Los ejercicios de sofrología consisten en respiración, relajación muscular y visualización para conseguir liberar el estrés y perpetuar el estado de calma.