El cateterismo cardiaco es un prueba diagnóstica compleja: sin embargo, el riesgo para el paciente es muy bajo y las molestias que provoca en el paciente, en general, son mínimas.
Las indicaciones para la realización de un cateterismo cardíaco dependerán de la afección o enfermedad cardiovascular. Entre las principales y más frecuentes se encuentra la enfermedad ateroesclerótica coronaria que provoca un estrechamiento o estenosis de las arterias coronarias y que son responsables de cuadros clínicos como la angina de pecho o el infarto de miocardio.
La angiografía coronaria permite valorar el grado de afección o daño de la enfermedad y ayuda a decidir el tratamiento a seguir (tratamiento médico, angioplastia coronaria o cirugía de revascularización).
También se puede solicitar un cateterismo en caso de enfermedad valvular cardiaca, enfermedades del músculo cardíaco conocidas como miocardiopatías, enfermedades congénitas del corazón, y enfermedades en la arteria aorta.
El estudio angiográfico que se realice en el cateterismo adopta su nombre dependiendo del sitio anatómico estudiado:
El cateterismo se realiza en una sala especial denominada "Sala o Laboratorio de Hemodinámica", que tiene el aparato de rayos X y el material necesario para el estudio con monitores que permiten vigilar el ritmo cardiaco y la tensión arterial constantemente.
El único especialista médico que puede realizar este procedimiento es un Cardiólogo Hemodinamista o Intervencionista. Esto requiere poseer destreza técnica, capacidad para utilizar instrumentación sofisticada y madurez de juicio para elegir los procedimientos apropiados entre las distintas técnicas, más aún en la realización de angioplastia coronaria (intervencionismo terapéutico) .
Además del Cardiólogo Hemodinamista participan en los procedimientos personal de enfermería y auxiliar especialmente entrenado en Hemodinámica y en estrecha colaboración.