La carboxiterapia es un tratamiento que se destina a fines estéticos. Consisten en inyectar dióxido de carbono por vía subcutánea en los tejidos distendidos. Estas inyecciones pueden administrarse en la cara, el cuello, el vientre, los muslos o los brazos. Esta técnica contribuye a luchar contra el envejecimiento cutáneo. También está indicada con fines terapéuticos para tratar las úlceras venosas, las arteriopatías y el fenómeno de Raynaud. La carboxiterapia está contraindicada en caso de insuficiencia cardíaca o respiratoria severa, de flebitis, de embolia pulmonar, de transtornos de la coagulación y durante el embarazo.