Entre los ácidos grasos, los ácidos grasos furánicos se encuentran en los crustáceos, en la parte grasa del hígado de pescado y de ternera y en ciertos corales denominados gorgonas. En el hombre el ácido grado furánico está presente en los triglicéridos y en el colesterol. Una vez digeridos los ácidos grasos furánicos se eliminan por la orina. El papel orgánico de los ácidos grasos furánicos es preservar las células de la acción de los radicales libres. Son antioxidantes indispensables para la salud cardiovascular.