Retomar la práctica de un deporte después de una parada de varios meses o varios años por falta de tiempo, pereza, lesión, enfermedad o embarazo por ejemplo, puede representar riesgos que hay que conocer y evitar. Dejar de practicar una actividad deportiva provoca una disminución de la masa muscular y de la densidad ósea. Durante la recuperación, el rendimiento es menor, los riesgos de ver aparecer dolores, cansancio, heridas y una molestia respiratoria son más severos.
Durante la recuperación de un deporte, es aconsejado pedir consejo a su médico, vigilar su presión arterial y efectuar eventualmente un examen con su médico, sobre todo si se tiene más de 40 años y en caso de presencia de una o varias patologías o si la interrupción del deporte fue debido a una lesión.
Es desaconsejado retomar el deporte por una nueva actividad porque el riesgo de lesión es mayor. En efecto, la persona no controla bien la técnica y las posturas que hay que adoptar. Por lo tanto corre el riesgo de lesionarse efectuando movimientos no adecuados.
Escoger preferentemente, salvo contraindicación médica, un deporte que ya practicó por ejemplo como el footing, la bicicleta o la natación.
Antes de retomar por ejemplo la carrera pedestre, realizar algunas sesiones de marcha rápida progresivamente aumentando cada sesión la velocidad así como la duración. Para la carrera pedestre, efectuar por ejemplo sesiones de 15 a 20 minutos en promedio durante las 2 o 3 primeras semanas, luego aumentar progresivamente la duración de esfuerzo pasando a 30 minutos y, luego, 45 minutos. Es aconsejado enseguida entrenarse 2 veces por semana durante 45 minutos a 1 hora en promedio.
El calentamiento que siempre es importante, lo es más después de dejar de practicar el deporte. Efectuar por ejemplo 10 minutos trotando antes de la sesión de deporte puede permitir prepararse bien.
La aparición de un dolor durante una actividad deportiva impone inmediatamente su interrupción, sobre todo si el dolor es debido a una lesión que había provocado esta interrupción. Una recuperación con precaución será contemplada 2 a 3 días después.
No olvidar beber regularmente con el fin de tener una aportación hídrica suficiente que permitirá un buen funcionamiento muscular y evitar lesiones.
Caminar despacio aproximadamente cinco minutos respirando profundamente y, luego, hacer ejercicios de estiramiento.
Un ligero masaje después del esfuerzo puede ser muy benéfico.
Adoptar una alimentación sana, no saltearse las comidas y tomar un refrigerio en la tarde como una fruta por ejemplo.
Si desea volver a practicar un deporte, es recomendable dejar el tabaco.
Pedir consejo a su médico en caso de una patología, por ejemplo como una enfermedad cardiovascular, asma o cáncer.
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