Cientos de miles de intervenciones quirúrgicas de la tiroides son efectuadas cada año alrededor del mundo para tratar por ejemplo ciertos hipertiroidismos, ciertos nódulos tiroideos o un cáncer de la tiroides.
También permite efectuar un diagnóstico preciso cuando la citopunción no permitió precisar la benignidad o malignidad de un nódulo tiroideo.
La intervención puede, según el diagnóstico de patología tiroidea efectuado, necesitar una ablación total de la tiroides o concernir solo a una parte de la glándula.
Una tiroidectomía total consiste en una ablación del conjunto de la glándula tiroidea. La tiroidectomía total se desarrolla bajo anestesia general.
La intervención dura, por lo general, entre 1h 30 a 2 horas, pero puede prolongarse en caso de una limpia ganglionar necesaria. La intervención no puede ser efectuada en modo ambulatorio y el paciente necesita pasar una noche en el centro hospitalario con el fin de vigilar el riesgo de aparición de un hematoma compresivo. La duración del internamiento es de 2 días y la cicatrización completa necesita de 6 a 12 meses.
Según un estudio publicado en octubre de 2014 sobre la evolución de la cirugía tiroidea en el transcurso de los 30 últimos años, la tiroidectomía total es la técnica más usada que permite evitar las recidivas nodulares e indicada en caso de un diagnóstico de cáncer de la tiroides.
Las diferentes técnicas quirúrgicas de ablación parcial de la tiroides son la lobectomía, la loboistmectomía y la loboistmectomía.
La lobectomía consiste en quitar un solo lóbulo de la tiroides.
La loboistmectomía consiste en una ablación de un lóbulo y de una parte del istmo.
La istmectomía consiste en una ablación del istmo, tejido que se encuentra por delante de la tráquea que une los 2 lóbulos.
Pueden aparecer después de la intervención dolores un poco intensos.
Un edema puede aparecer y persistir, al igual que una sensación de anestesia de la zona operada. Los síntomas desaparecen luego de algunas semanas.
También puede aparecer un hematoma compresivo, una infección local, un hipoparatiroidismo o una parálisis de los nervios recurrentes.
Enfermedades de la tiroides: Cuándo operar
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