Los modelos de zapatos que más gustan casi nunca son cómodos ni adecuados a la morfología del pie. Al parecer, la mayoría del calzado disponible en zapaterías no es ni confortable ni de buena calidad. Esto podría explicar que el 50 % de los estadounidenses de entre 18 y 60 años padezca algún problema en los pies, según ha revelado, recientemente, la Asociación Médica Estadounidense de Podología.
Cuando se trata de comprar calzado, en la mayoría de los casos, se debe escoger entre comodidad y diseño. Para las personas que deben pasar muchas horas al día de pie, caminar largas distancias o andar en terrenos pedregosos, resbaladizos o muy irregulares, la elección del zapato adecuado es esencial. Para no equivocarse en la compra es preciso seguir una serie de pautas.
El calzado será más o menos cómodo en función de la altura del tacón, el grosor de la suela y el material con el que se ha fabricado.
Así, el calzado más cómodo es aquel que tiene un tacón bajo, de entre dos y tres centímetros, porque ayuda a la musculatura a despegar el pie del suelo cuando se camina. El tacón reduce el esfuerzo que realiza el organismo al caminar y contribuye a un movimiento más rápido y cómodo.
Cuanto más alto sea el tacón, más presión recibirá la parte delantera del pie, lo que puede provocar uñeros y dolor en la zona, según un estudio realizado en 2013 por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, España. Para la diseñadora Chie Mihara, la estabilidad es un factor muy importante para la comodidad, por ello aconseja que el tacón se escoja ancho puesto que ofrecerá más estabilidad al pie y será más fácil andar con él.
Por ejemplo, los zapatos de cuña distribuyen mejor el peso y ofrecen soporte a lo largo de todo el pie. Ahora bien, la cuña no debe superar los tres centímetros. Si se calzan zapatos con una cuña muy alta, la excesiva inclinación del pie hará que el cuerpo tienda a ir hacia adelante, lo que puede causar hiperextensión, esguinces de tobillo, fractura en la parte media del pie y juanetes (una deformidad crónica en los huesos del pie).
Un talón bueno y firme que ayudará a sujetar el pie y a mantenerlo en su lugar.
Los podólogos recomiendan optar por zapatos de punta redondeada. La suela no debe ser demasiado fina para que amortigüe el impacto con el suelo.
Además, conviene vigilar que el espacio para los dedos sea amplio y profundo, ya que se trata de evitar que los dedos queden muy apretados.
El uso continuado de calzado inadecuado puede producir rozaduras y callosidades en el pie, aunque esta no es la única parte del cuerpo que sufre las consecuencias de un mal calzado. La columna, las caderas, rodillas y articulaciones también las padecen. Por eso, antes de decidirnos por un nuevo par de zapatos lo mejor es mirar al suelo y preguntar a nuestros pies qué quieren. Ciertamente, nos llevaríamos auténticas sorpresas al descubrir sus preferencias.
Para empezar, se debe probar el acolchonamiento del zapato presionando un dedo en esa zona. Un zapato cómodo debe tener un ligero acolchonamiento, además de una suela interna que dé soporte a la forma natural del pie.
En segundo lugar, se aconseja evitar el calzado elaborado con material sintético y optar solo por zapatos fabricados con material transpirable y suelas antideslizantes. Los zapatos de piel natural son los mejores porque el cuero es flexible y se ajusta al pie como un guante, evita las rozaduras y la formación de ampollas.
Los pies desempeñan una función esencial, soportan todo el peso del cuerpo y nos permiten desplazarnos de un lugar a otro. Cuidar esta parte del cuerpo con los mejores zapatos es muy importante.
Por otra parte, la elección del calzado dependerá del tipo de trabajo que se realice. Las mujeres que trabajan en oficinas o las azafatas de eventos, por ejemplo, se ven obligadas a llevar zapato de tacón alto pero pueden escogerlo con tacón de cuña, ya que ofrece mejor apoyo para los pies y permite caminar mejor. Además se pueden llevar puestos durante horas sin sentir tanto dolor.
Aquellas personas que tienen pies anchos deberán escoger zapatos con un número más grande para obtener mayor confort. El mejor zapato para las personas que deben pasar todo el día de pie es el zapato tipo mocasín -o cualquier zapato que no sea excesivamente bajo- con suela gruesa antideslizante.
Si los zapatos que te estás probando no te permiten caminar con normalidad o no te sientan bien al instante, desconfía y cambia de par o escoge otra marca.
Las marcas de zapatos cómodos para hombres son: Allen Edmonds, Johnston & Murphy, Mephisto, Ecco, Rockport, Finn Comfort, Geox, Stonefly, Clarks, Joseph Seibel, Keen.
Las marcas que ofrecen zapatos de mujer cómodos y aptos para uso diario son: Taryn Rose, Mephisto, Think!, Beautifeel, Sofft, Dansko, Camper, Ecco, Naot, Stonefly, Born, Joseph Seibel, Keen.
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